SEPTIEMBRE 23

09.02.2021

Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, oh rey, nos librará. Pero si No lo hace, has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que has levantado. Entonces Nabucodonosor se llenó de furor, y demudó su semblante contra Sadrac, Mesac y Abed-nego. Respondió ordenando que se calentara el horno 7 veces más de lo que se acostumbraba calentar. Daniel 3:17-18 "

Dios obtiene Sus mayores victorias en las derrotas aparentes. Con frecuencia puede parecer que el enemigo triunfa por un corto tiempo y Dios permite que suceda esto; pero después, ÉL aparece y trastorna toda la labor del enemigo, derriba la victoria aparente y como dice la Biblia: "Trastorna el camino de los impíos." Salmo 146:9 En consecuencia, nos concede una victoria muchísimo mayor que jamás hubiésemos conocido, si Él no hubiese permitido al enemigo triunfar aparentemente primero. En la historia de los tres jóvenes Hebreos arrojados en el horno encontramos una aparente victoria para el enemigo. Parecía que los siervos del Dios vivo iban a sufrir una terrible derrota. Todos hemos estado colocados en posiciones que parecía que estábamos derrotados y el enemigo se regocijaba por ello. Podemos imaginar la derrota completa que aparentemente iba a realizarse para los amigos de Daniel. Los jóvenes fueron arrojados en las llamas y sus enemigos los observaban para verlos arder en aquel fuego tan terrible. Su sorpresa no tuvo límites cuando los vieron andar por el fuego con gozo. Nabucodonosor les dijo "que saliesen del medio del fuego. Ni un solo cabello fue chamuscado, ni se notó el olor del fuego en sus vestidos, porque no hay ningún otro Dios que pueda librar de esta manera." Daniel 3:27 Esta derrota aparente, terminó en una victoria maravillosa. Supongamos que estos tres hombres hubiesen perdido su Fe y valor y se hubiesen quejado diciendo: " ¡Por qué no nos guardó Dios fuera del horno!" Hubieran sido quemados y Dios no habría sido glorificado. Si estás atravesando hoy por alguna prueba grave, no la consideres como una derrota, sino continúa con Fe pidiendo la victoria por medio de Aquel que puede hacerte más que vencedor Rom.8:37, y pronto obtendrás una victoria gloriosa. Aprendamos que en todos los lugares difíciles en que Dios nos coloca, Él nos da oportunidades para que ejercitemos tal FE en Él, una FE que arrojará resultados benditos y glorificará grandemente su Nombre. " A Dios gracias, el cual hace que siempre triunfemos en Cristo," 2 Corintios 2:14. Tanto en la derrota como en la Victoria, el alma es probada y muestra su gloria. Cuando al fuerte roble lo sacude el viento más belleza adquiere, y más fuerte y resistente a los vendavales se hace. En la misma forma el alma que sufre dolor, sabrá que el sufrimiento viene abrir los espacios para que entren la paz y el gozo en el corazón." L.B. Cowman