OCTUBRE 5

Salmo 37:1-2 No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán. "
A ti, cristiano, te deja perplejo el ver que los que los malos son felices, que sobreabundan en bienes terrenos, que están sanos, sobresalen por sus altos cargos, tienen intacta su casa, poderes encumbrados, en fin, que nada triste se les interpone en su vida. Ves su perversa conducta, y contemplas sus abundantes posibilidades; y tu corazón te está diciendo que la justicia Divina no existe, que todo sucede por casualidad y se resuelve de una manera fortuita. Porque dices: Si Dios pusiera su mirada en los acontecimientos humanos, ¿estaría floreciente su maldad, mientras mi inocencia está padeciendo? Pero, Toda enfermedad del espíritu tiene su medicina en las Escrituras; el que enferma de tal modo que en su corazón llega a decir tales cosas, que tome el remedio de este Salmo: Los malos triunfan, los buenos sufren; ¿cómo Dios puede ver todas estas cosas? El mismo de quien críticas estas cosas, te ha preparado esta Medicina; al menos no rehúses tan saludable bebida; abre la boca de tu corazón, y, por medio del oído, bebe lo que oyes: NO TE IMPACIENTES A CAUSA DE LOS MALIGNOS, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.Porque como hierba SERÁN PRONTO CORTADOS, Y como la hierba verde SE SECARÁN. Lo que a ti te parece muy prolongado, para Dios es un instante; sométete a Dios y te parecerá un instante. Cuando dice hierba, entendemos lo mismo que el césped de un prado. Son cosas que valen poco y no tienen raíces profundas. Por eso durante el invierno reverdecen, pero en cuanto empieza a calentar el sol de verano, se secan...En esta vida se sirve Dios del pecador para probar al justo, como se sirvió del diablo para probar a Job, como se sirvió de Judas para entregar a Cristo. Para algo, pues, sirve el pecador en esta vida. Aquí está su sitio, como lo está para la paja en el horno del joyero que trabaja el oro. La paja arde para purificar el oro; así también se ensaña el malvado para probar al justo. Y cuando termine el tiempo de nuestra prueba, desaparecerán y como el césped verde se secarán. ¡Qué completo es el fin del hombre que se gloría sin término! ¿Vale la pena desgastarnos en la ansiedad sobre el insecto de una hora, algo efímero que muere el mismo día que nace? Dentro de los creyentes hay una semilla viva e incorruptible, que vive y permanece para siempre; ¿Por qué hemos de envidiar la mera carne, y la gloria de ella, que no es sino hierba, y flor de hierba? Mientras llega el día de la Justicia Divina, porque ese día se aproxima: No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.Porque como hierba serán PRONTO CORTADOS, Y como la hierba verde SE SECARÁN. " Por: Agustin de Hipona