OCTUBRE 21

Busca primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas te serán añadidas.
Mateo 6:33
Esta es una ley espiritual dejada por el SEÑOR, que al poner en práctica hallaremos el Reino de Dios y junto con él Todos los bienes necesarios para esta vida presente alimento, vestido, casa, y todo lo demás, y para la vida futura el cielo y la vida eterna. Busquen con toda su alma, prioritariamente el reino de Dios como el lugar de su ciudadanía, y Su justicia como la característica de su vida. En cuanto al resto, todo provendrá del propio SEÑOR sin que tengan que estar ansiosos por nada. Quien sea un heredero de la salvación no morirá de hambre, ni su cuerpo estará desnudo. Muchos cristianos en su afán e inquietud por las cosas materiales, que interfieren en su relación con Cristo y lo desplazan del lugar supremo. Aunque obtienen las añadiduras, no disfrutan de las riquezas en Gloria en Cristo, son pobres espirituales, a estos dice el SEÑOR: "Tú dices que eres rico, que ya tienes todo en abundancia y que no necesitas nada, pero no te das cuenta de que en realidad eres un desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que compres de Mí oro que ha sido refinado en fuego para que seas realmente rico. Compra de Mí vestiduras blancas para que cubras tu desnudez y compra también de Mí medicina para tus ojos para que así realmente puedas ver." Apoc.3:17-18 Dijo Jesús: Los que fueron sembrados entre espinos, oyen la palabra, pero las preocupaciones del mundo y el engaño de las Riquezas ahogan La Palabra, y quedan sin fruto.Mateo 13:22 Con razón dice entre espinos, porque punzan y hieren el alma con angustia, ansiedad, insatisfacción, temor a perder, a quienes aman las riquezas que hoy son y mañana desaparecen. Prov.27:24 Por tanto, hemos de abandonar en manos de Dios la preocupación por las cosas materiales, y tener presente Su promesa: Encomienda a Dios tus afanes, que ÉL te sustentará. Salmo 55:22 Dejemos todo afán devorador. Concentremos nuestra mente en buscar al SEÑOR. La codicia es pobreza, y la ansiedad es miseria. La confianza en Dios es un patrimonio, y la semejanza a Dios es una herencia celestial. SEÑOR, yo te estoy buscando, haz que pueda encontrarte.