OCTUBRE 19

19.02.2021

¡SEÑOR, sálvanos, que perecemos! Mateo 8:25

ORACIÓN: "SEÑOR mío, mi corazón es como un ancho mar siempre agitado por las tempestades: que en ti encuentre la paz y el descanso. Tú mandaste al viento y al mar que se calmaran, y al oír tu voz se apaciguaron; ven ahora a apaciguar las agitaciones de mi corazón a fin de que en mí todo sea pacífico y tranquilo y pueda yo poseerte a ti, mi único bien, y contemplarte, dulce luz de mis ojos, sin confusión ni oscuridad. Oh Dios mío, que mi alma, liberada de los pensamientos tumultuosos de este mundo «se esconda a la sombra de tus alas» Salmo 17:8. Que encuentre en ti un lugar de refrigerio y de paz; que exultante de gozo pueda cantar: «En paz me acuesto y enseguida me duermo junto a ti» Salmo 4:8. Que mi alma descanse, te pido, Dios mío, que descanse de Todo lo que hay bajo el cielo, despierta para ti sólo, como está escrito: «Dormía, pero mi corazón velaba» Cantares 5:2. Mi alma sólo puede estar en paz y seguridad, Dios mío, bajo la protección de tus alas» Sal 91:4 Que permanezca, pues, eternamente en ti y sea encendida con tu fuego. Que elevándose por encima de ella misma contemple y cante tus alabanzas llena de gozo. En medio de las turbaciones que me agitan, que tus dones sean mi consolación, hasta que yo venga a ti, oh tú, la paz verdadera." Agustin de Hipona" LA ORACIÓN, es el cerillo que enciende LA PALABRA y la hace arder dentro de nuestro corazón. Es la llave que abre la puerta a los recursos del Cielo. Es el interruptor que enciende la luz de la Verdad. Es el control que abre la esclusa para que puedan fluir los Ríos de la Bendición Divina." William S. Piper