FEBRERO 9

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que recompensa a los que lo buscan. Hebreos 11:6

Fe para los días de desesperación: La Biblia está llena de tales días. Su historia está compuesta por los mismos, sus canciones están inspiradas por ellos, su profecía se refiere a ellos y su revelación ha venido por medio de ellos. Los días de desesperación son las piedras que se colocan en el sendero de la luz. Parece que han sido la oportunidad de Dios y la escuela de sabiduría del hombre.

En el salmo 107, hay una historia de una fiesta de amor del Antiguo Testamento. Es un himno de alabanza y gratitud y revela como en todas las historias de rescate, el punto culminante de la desesperación siempre dió a Dios una oportunidad para intervenir. El Salmo describe los momentos de desesperación del pueblo, cuando ya habían agotado los recursos; su corazón derretido se desbordó en gritos pidiendo ayuda: " Clamaron al SEÑOR en su angustia, Y los libró de sus aflicciones." Salmo 107:6-13-19-28

Cuando por la desesperación se llega a no saber qué hacer, entonces es cuando Dios empieza a obrar. Recuerda la promesa de la simiente semejante a las estrellas del cielo y a las arenas del mar, que Dios dio a Sara y Abraham que se acercaban a los últimos días de su vida. Lee nuevamente la historia del Mar Rojo y su rescate, y la del Jordán con su arca permaneciendo en medio de la corriente. Estudia una vez más las oraciones de Asa, 2Cron.14:11, Josafat 2 Crónicas 18:11, y Ezequías Isaías 37:14-17, cuando estaban dolorosamente afligidos y no sabían qué hacer. Lee la historia de Nehemías, Daniel, Oseas y Habacuc. Permanece con reverencia en la oscuridad de Getsemaní y detente junto a la tumba en el Jardín de Jesús en medio de aquellos días tan terribles. Llama a los testigos de la iglesia primitiva y pregunta a los apóstoles la historia de sus días de desesperación.

La función de la Fe es librarnos de perplejidades. La única alternativa para una fe desesperada es la desesperación, por medio de la cual la fe persevera y prevalece. Un ejemplo heroico de fe desesperada, es el de los tres jóvenes hebreos a punto de ser echados al horno de fuego. La situación era desesperada, pero ellos contestaron valientemente: "He aquí nuestro Dios a quien honramos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. y si no, sepas, oh rey, que no adoraremos a tu dios, ni tampoco honraremos la estatua que has levantado." Dan.3:17-18 La expresión: " ¡Y si no!" Me gusta muchísimo. "Y si No", no vamos a murmurar ni a retroceder, "Y si No" seguiremos amando y adorando a Dios.

Una negrura profunda se había introducido en el alma de nuestro SEÑOR Jesucristo, en el huerto de Getsemaní, reflexiona profundamente y medita en sus palabras en medio de la angustia " «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú»." Mateo 26:39 - R. S. Chadwick