ENERO 5

06.03.2021

En toda Oración y ruego con Acción de Gracias. Filipenses 4:6

Las llaves que abren las puertas de las arcas de los tesoros de Dios son la Acción de Gracias y la Oración. Son llaves que abren las ventanas de los cielos y dejan caer lluvias de bendición celestial. Pueden abrir toda prisión espiritual y dar libertad a los cautivos. Lo hicieron por Pedro, por Pablo y Silas, y pueden hacerlo por nosotros.Pensamos que no debemos dar Gracias por lo malo que nos ha acontecido, pero podemos ofrecer Alabanza por haber resultado en bien nuestro. Muchas cosas que consideramos desdichas y pérdidas son bendiciones. Las tribulaciones y las cruces son grandes bendiciones disfrazadas, porque solamente a través de ese proceso disciplinario se logra el perfeccionamiento de carácter. Cuando consideremos que las situaciones desagradables son indispensables para el enriquecimiento y fortalecimiento del carácter, nos daremos cuenta que deberíamos dar Gracias por lo desagradable, en la misma forma como damos gracias por las experiencias agradables. ¡Como cambiaría nuestra vida si actuáramos de esta manera!

En todo tiempo, en cualquier circunstancia debiéramos establecer una buena base de Acción de Gracias. Ningún afán hemos de tener y sólo hemos de entregarnos a la Oración. Lleven sus deseos al SEÑOR de su vida, al guardián de su alma. Acudan a Él con dos porciones de oración, y una porción de fragante Alabanza. No oren con duda, sino con gratitud. Consideren que ya tienen las peticiones y, por tanto, agradezcan a Dios por Su gracia. Aunque todo lo demás nos falle, siempre tengamos presente, que el SEÑOR nos ha salvado del infierno. También, que Él nos ha dado Su Santa Palabra, Su Hijo, Su don escogido y El Santo Espíritu. Por lo tanto, tenemos razones más que sobradas para dar acción de gracias. ¡Aspiremos a esto!

"Nada nos hace crecer tanto espiritualmente, ni nos pone diariamente en relación con Dios haciéndonos conversar con ÉL, como cuando le rendimos el tributo de continuas ACCIONES DE GRACIAS. LA ACCIÓN DE GRACIAS, cuando Dios hiere, es el más seguro remedio de la herida. No hay palabras más santas que las que expresan gratitud en la adversidad, este es un lenguaje superior. En las adversidades, los malos maldicen a Dios, y los cristianos le DAN GRACIAS. Mira cuán grande es esta premisa: Puedes agradar a Dios y confundir al infierno. David dio Gracias a Dios, le alabó y le amó de todo corazón; y el SEÑOR, lo recompensó dándole el triunfo sobre sus enemigos." Crisóstomo