MARZO 3

02.04.2021

"Porque LA PALABRA DE DIOS ES VIVA Y EFICAZ...." Hebreos 4: 12.

"ES VIVA." La Palabra de Dios vive. Cristo y Su Palabra deben ir juntos. Es únicamente debido a que Jesús no está muerto, que la Palabra se vuelve viva y eficaz. Si dejan a Cristo fuera de la Escritura, habrían dejado fuera la verdad esencial que declara en su contenido. ¡Ay! Si dejan fuera de ella a Cristo como un Sustituto, a Cristo en Su muerte, Cristo con Sus vestiduras teñidas en sangre, habrán dejado fuera de ella todo lo que es vivo y eficaz. En cuanto al Evangelio, lo mismo que en cuanto a todo hombre, "la vida es su sangre"; ¡Un Evangelio sin sangre es un Evangelio sin vida! El Evangelio que contiene a Jesús, a Jesús obrando por medio de él, ES VIVO Y EFICAZ.

Con frecuencia un solo versículo nos ha revivido, cuando nuestra alma desfallece y está a punto de morir, una sola palabra, aplicada al corazón por el Espíritu de Dios, nos reanima; pues es una palabra que vive y que da vida. Está tan viva que nunca se extinguirá: El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mar.13:31 Algunas plantas desconocidas en ciertas regiones han brotado súbitamente del suelo: Las semillas han sido llevadas por el aire, transportadas por los pájaros, o arrojadas a la costa por las olas del mar. Las semillas están tan llenas de vida, que viven y crecen en cualquier lugar a donde son transportadas; e incluso después de haber permanecido enterradas profundamente durante siglos, cuando el azadón que remueve la tierra las saca a la superficie, germinan de inmediato. Lo mismo sucede con la Palabra de Dios: Vive y permanece para siempre, y en cada terreno y bajo toda circunstancia está preparada para demostrar su propia vida, por la energía con la que crece y produce fruto para la gloria de Dios.

"Y EFICAZ", el único poder que es eficaz para el más elevado propósito de la predicación, es el poder que no radica en tu palabra, ni en mi palabra, sino en la Palabra de Dios. ¡Cuán eficaz es para convencer a los hombres de pecado! La Palabra de Dios hace morir al pecado y por ella la gracia nace en el corazón. Es luz que trae vida con ella. ¡Cuán activa y energética es, cuando el alma es convicta de pecado, para producir en ella la libertad! No sólo derriba los baluartes de la duda, sino que le corta la cabeza al Gigante Duda. Ninguna celda ni sótano del Castillo de la Duda puede retener en servidumbre a un alma cuando la Palabra de Dios, que es la llave maestra, es puesta a su debido uso, y utilizada para correr los cerrojos del desaliento.

La Palabra de Dios, el Evangelio de Cristo, es sumamente eficaz en promover la santificación, y en traer esa consagración de todo corazón que es tanto nuestro deber como nuestro privilegio. ¡Que el Señor haga que Su Palabra demuestre su poder en nosotros, haciéndonos aptos en toda buena obra para que hagamos Su voluntad! A través del "lavamiento del agua por la palabra", Efe. 5:26, esto es, por el lavamiento de la Palabra, que seamos purificados cada día, y podamos caminar con ropas emblanquecidas delante del SEÑOR, ¡para que en todo adornemos la doctrina de Dios nuestro Salvador!

La Palabra de Dios es viva y eficaz. ¡Oh, cómo debemos valorar y amar la revelación de Dios; no solamente porque está llena de vida, sino porque esa vida es sumamente energética y eficaz, y opera muy poderosamente en las vidas y en los corazones de los hombres! Además, siempre que nos sintamos débiles vayamos a la Palabra de Dios, y a Cristo en la Palabra, para recibir poder; y este será el mejor poder. El poder de nuestras habilidades naturales, el poder de nuestro conocimiento adquirido, el poder de nuestra experiencia acumulada, todo esto puede ser vanidad, pero el poder que radica en la Palabra comprobará ser eficaz. Reverenciemos grandemente la Palabra de Dios. Si es todo esto, leela, estudiala, apreciala, haz de ella tu mano derecha, te salvará a ti y a otros para la gloria de Dios. - C.Spurgeon