ENERO 31

"El reino de los cielos es semejante a un Tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende Todo lo que tiene, y compra aquel campo" Mateo 13:44.
El mensaje de esta parábola es algo que muchos cristianos han olvidado. Viven en el mundo, disfrutando de la vida, tratando de aumentar los placeres de la vida al seguir su cultura, imitando lo que todo el mundo hace. Creen que Dios nos dio la vida para nuestro placer. Pero aquí Jesús nos enseña algo diferente, algo muy opuesto a nuestra cultura y a los deseos de nuestro cuerpo y mente. Nos enseña que el reino de Dios es como un tesoro escondido en un campo.
El reino de Dios es lo que debemos buscar y tratar de obtener. Es paz con Dios en nuestro corazón y una relación de amor con ÉL. Es lo que todos quieren pero pocos hallan, porque no saben cómo obtenerlo, está escondido, hay que descubrirlo, es el estilo de vida de la mayoría que impide obtenerlo. Jesús nos enseña que para obtener el reino de los cielos y vivir una relación profunda con Dios, como este hombre que al descubrir el tesoro, Cristo, el Reino de Dios, lleno de gozo vendió todas sus cosas, pues le fue revelado que al desprenderse de ellas, iba a conseguir un tesoro mejor y de mucho más valor. ¡Así, debemos actuar y hacerlo con gozo! Sabiendo que al despojarnos de las cosas, placeres y deleites de este mundo, seremos mucho más ricos y felices que antes: Obtendremos el Reino de Dios.
Debemos hacernos tesoros en el cielo y no en la tierra Mat. 6:19-21. Tener un solo tesoro, Cristo, y servir a un solo señor, no a dos. Mat. 6, 24 -No servir a Dios y también a los deleites de la vida que dividen nuestro corazón-. A estos debemos renunciar para poder conseguir el tesoro escondido, el reino de los cielos. Debemos, pues, cambiar y dejar de imitar el estilo de vida del mundo, porque al creer en Cristo no somos más del mundo, como tampoco Cristo fue del mundo: "Les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo." Juan 17: 14. No debemos amar al mundo en el sentido de buscar sus placeres y deleites engañosos, porque este tipo de amor desplaza el amor para Dios de nuestro corazón. La Biblia dice: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre No está en él." 1 Juan 2:15.
Debemos amar a Dios con todo nuestro corazón Mar.12:30. No con un corazón dividido de amor por el mundo y los placeres pasajeros de la vida, sino con un corazón reservado sólo para ÉL. "¡Oh almas adúlteras! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios" Sant. 4:4. Nuestra vida como cristianos debe ser una vida crucificada: Debido a la Cruz de Cristo, el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo. Gal. 6:14. La Cruz de Cristo nos salva de nuestros pecados, porque en ella, ÉL llevó el castigo, muriendo por ellos en lugar de nosotros, como nuestro sustituto. Para ser un discípulo de Jesús, hay que vivir según la pauta de la Cruz. "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame." Lucas 9:23. Esta es la nueva manera de vivir de un cristiano, debe perder su vida en este mundo por amor a Cristo. Mat.10:39
"Y gozoso por ello va y vende TODO lo que tiene..." Somos llamados a una vida de renuncia. "Así, pues, cualquiera de ustedes que No renuncia a Todo lo que posee, No puede ser mi discípulo" Lucas 14:33 Renunciar a los placeres del mundo para hallar nuestro gozo y deleite sólo en Dios. Por eso dice: "Muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros" Mat. 19:30. Es decir, muchos de los que "parecen" ser primeros en este mundo, participan en todos los placeres de la vida, siguiendo su cultura, e imitando al mundo, serán los últimos en el reino de Dios; mientras que muchos de los que "parecen" haber perdido su vida en este mundo al sacrificarla por amor a Dios, serán los primeros en el Reino de Dios.Este es el camino estrecho que lleva a la vida eterna, de los pocos cristianos verdaderos, no el camino de muchos, que van por el camino de la perdición. Mat. 7: 13-14. De este camino habló Pablo, diciendo: "Estimo Todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi SEÑOR, por amor del cual lo he perdido Todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo" Fil. 3: 8. Somos llamados a renunciar a todo por Cristo y vivir sólo para ÉL, este es el tesoro escondido por el cual un hombre cuando lo halla deja todo lo que tiene y lo adquiere para obtener el Reino de los cielos, Cristo: Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Fil.3:7
Este es el camino correcto que debemos seguir si queremos una vida resplandeciente con la gloria de Dios. Cuanto más vacíos estamos de los placeres de este mundo, tanto más Dios puede llenarnos con su gloria y fulgor. Evitar los deseos engañosos de la carne, de otra forma sería imposible, porque convivimos con otros que no son creyentes en esta tierra. Entendiendo las palabras de la oración de Jesús por sus discípulos: "No ruego que los quites del mundo, sino que los Guardes del Mal."Juan 17:15 Sólo así logrará el creyente verdadero disfrutar de la visión de Dios en el esplendor de su corazón y experimentar la dulzura de Su amor. Esto es, seguir sin reservas a Cristo, verdadero tesoro, Rey de Gloria y Eterno.