MARZO 22

02.04.2021

Si, SEÑOR, pero aun los perrillos comen las migajas que caen de la mesa de sus amos. Mateo 15:27

Mientras Jesús ministraba en Tiro y Sidón, se le acercó una mujer, y le pidió que sanara a su hija. Conforme a su sabiduría, guardó silencio y esperó hasta que brotara el ruego insistente de aquella mujer y entonces le dijo: "No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos."

En la respuesta de la mujer cananea se reflejan su fe viva y ferviente y su gran humildad: " Si, SEÑOR, pero aún los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. No se ofendió porque el SEÑOR la comparó con los perrillos. Ella quería ser como uno de ellos y estar junto a la mesa su amo. Los hijos serían servidos en primer lugar y los pedazos que dejaran caer serían para los perrillos. Lo que ella pedía era la porción que ordinariamente se daba a los perros. Aun las migajas de aquella mesa serían suficientes para ella, más que los deliciosos manjares que pudiera servirse en otras mesas.

De esta manera su respuesta mostró humildad y fe, y en ambas cosas es un ejemplo para nosotros. Deberíamos ir a Cristo con un profundo sentimiento de nuestra indignidad, dispuestos a tomar el lugar más bajo. Es tan precioso poder tomar aunque sea las migajas de la mesa del Maestro, que deberíamos exaltarle y adorarle por tal privilegio. Las migajas de Su misericordia, gracia y amor son mejores que los banquetes más ricos del mundo.

¡SEÑOR, no soy digno de recoger las migajas que caen de tu mesa! ¡Soy un pecador cansado y cargado, vengo a rogarte que cumplas en mí tu promesa, pues quiero hacer tu voluntad y obedecer a tu llamado! Sin embargo, no somos alimentados con migajas. Estamos sentados a la mesa del banquete, con las más deliciosas provisiones. Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor. Cant.2:4

El hijo pródigo, al regresar, pidió solamente ser hecho como uno de los jornaleros, pues se sentía indigno de ser restaurado a lo posición de hijo. Pero el Padre de amor y misericordia no hace restauraciones a medias. El Padre dijo a sus siervos: "Traigan la mejor ropa, y vístanlo. Pónganle también un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Vayan luego a buscar el becerro gordo, y mátenlo; y comamos y hagamos fiesta, porque este hijo mío estaba muerto, y ha revivido; se había perdido, y lo hemos hallado." Y comenzaron a regocijarse. Lucas 15:22-24 Todo esto como señal del amor paternal. Dios pone al más bajo e indigno pecador en calidad de hijo y le da comida abundante. - J.R. Miller

SÍ, SEÑOR

"Y ella dijo: Sí, Señor..." Mateo 15:27

Autor:AB SIMPSON

Cuando Jesús llamó a mi puerta

para mostrarme su incansable amor;

y cuando me pidió que le rindiera

mi corazón, le dije: Sí, SEÑOR.

Cuando me vi abrumado de culpa,

a sus pies, presuroso, me postré;

ocupe mi lugar entre los pecadoresy le pedí: perdóname, SEÑOR.

Cuando Jesús con su misericordiame dio paz y perdón,acepté esta su dádiva gozoso;

le bendije y le dije: Sí, SEÑOR.Cuando más tarde me mostró el camino,lleno de abrojos, estrecho y difícil,

abandoné los ídolos del mundo,y alegre contesté: Sí, Sí, SEÑOR.

Cuando el cielo se nubla, el viento crece,

y el temporal arrecia alrededorle digo aun con la mirada puestaen su rostro sonriente: Sí, SEÑOR."

Si el SEÑOR te recuerda tu indignidad y tu incapacidad, Él solamente te está diciendo lo que es verdad, y será sabiduría de tu parte decir: "Si, SEÑOR." Si te describe descarriado como oveja perdida, el cargo es verdadero. Si la Escritura te describe como teniendo una naturaleza depravada, dile: "Sí, SEÑOR." Si te describe como de un corazón engañoso, y ese es el corazón que tienes. Por lo tanto, di: "Si, SEÑOR." Cada uno de nosotros excusamos nuestras faltas y nos creemos muy superiores; por lo menos eso es lo que nos dice nuestro orgulloso corazón.

¡Oh alma que buscas, Jesús te ama mucho como para adularte! Por lo tanto, te ruego que tengas confianza en Él, una confianza tal, que sin importar cuánto te reprenda, por su Palabra, por su Espíritu, cuanto te repruebe y aún si te trata de perrillo, tú puedas responder con toda humildad: "Es Verdad, SEÑOR; Sí, SEÑOR."

Si estás dispuesto a reconocerte pecador, perdido, arruinado y condenado, bien haces. Si esta es tu actitud, que no importa cuán humillante sea la verdad que el Espíritu de Dios te enseñó en Su Palabra, o te enseñó por la convicción en tu conciencia, de inmediato estarás de acuerdo y dirás: "Si, SEÑOR" Entonces el Espíritu de Dios es el que te ha traído a esta condición humilde, verdadera y de obediencia, y hay esperanzas para ti....

Si en tu corazón confiesas que mereces la condenación, eres el tipo de persona que Cristo vino a salvar, y que Dios eligió desde antes de la fundación del mundo, y podrás sin ninguna vacilación, venir y poner tu confianza en Jesús, que es el Salvador de los pecadores. Creyendo en Él recibirás una Salvación inmediata: Cree en el SEÑOR Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa. Hechos 16:31