ENERO 22

06.03.2021

El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Salmo 27:1

El SEÑOR es mi luz y mi salvación: Allí donde no hay suficiente luz para ver nuestra propia oscuridad y sentir anhelo por el SEÑOR Jesús, tampoco hay evidencia de Salvación. La salvación nos halla en tinieblas, pero no nos deja allí. No solo dice que el SEÑOR da luz, sino que Él «es» luz; no que da salvación, sino que Él «es» salvación. Hay una gran diferencia entre la luz y el ojo que la ve. Un ciego puede saber mucho acerca del brillo del sol, pero éste no brilla para él, no le da luz. De igual modo, una cosa es el saber que «Dios es luz» 1ª Juan 1:5, pero el poder decir: «El Señor es mi luz» es algo muy distinto. Cuando Él es «nuestra luz», entonces es también «nuestra Salvación». El nos ha prometido que nos guiaría rectamente; no sólo para mostramos el pecado, sino para libramos de él; no sólo para hacernos ver el rechazo que tiene Dios al pecado y su maldición del mismo, sino también para atraernos al amor de Dios y quitar la maldición.

¿De quién temeré? Según la Biblia hay dos formas de temor: Uno es un temor beneficioso y debe ser avivado, pues es un temor reverencial a Dios, que lleva a la obediencia y al amor a Dios. El temor del Señor conlleva muchas bendiciones: "El temor de Jehová es para vida, y con él vivirá lleno de reposo el hombre; no será visitado del mal". Prov. 19:23 La segunda forma de temor es el que paraliza, angustia, deprime, limita e incapacita para actuar o decidir. Este es el espíritu de temor del que habló Pablo: "Porque no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de poder de amor y de dominio propio".2 Timoteo 1:7 Cuando una persona está bajo el dominio del espíritu de temor, cualquier problema la apabulla, vive llena ansiedad; por nada estén ansiosos Fil. 4:6. El espíritu de temor produce amargura, frustración por la incapacidad de no poder alcanzar los deseos del corazón, resentimiento, ira, insomnio, roba la paz de Dios, afecta la salud física, porque el estrés causado por el temor baja las defensas del organismo.

David enfrentó peligros muy grandes. Sin embargo, él sabía que Dios es mucho más grande que cualquier amenaza. Vemos la confianza absoluta que David tenía en Dios, fruto de las experiencias vividas con el SEÑOR. Él había experimentado la luz y el poder salvador de Dios, su ayuda y cuidado en momentos de gran riesgo. Sabía que Dios lo ayudaría en medio de cualquier situación. Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros? Rom.8:31

A veces sentimos que los problemas que enfrentamos son imposibles de resolver. Todo parece estar en contra nuestra. Pero si contamos con Dios, su presencia, su ayuda, y sobre todo cuando es perfeccionado el amor de Dios en nosotros, el temor huirá porque dice: En el amor no hay temor, el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. Por lo tanto, el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.1Juan 4:18 El amor de Dios es justo, es puro, es santo, es verdadero. Si en verdad conocemos a Dios y ÉL habita en nuestro corazón, podremos resolver nuestros temores enfocándonos en su amor inefable y en la justificación que nos otorgó por gracia en la Cruz. De modo que si el SEÑOR es mi luz y mi Salvación, mi adorno será la justicia; estaré lejos de opresión, porque no Temeré, y de temor, porque no se acercará a mí. Isaías 54:14

Cuando buscamos al SEÑOR de corazón vendrá la Fe, el amor de Dios será perfeccionado, así libres de la opresión de todo espíritu de temor podremos exclamar con David: "Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de TODOS mis temores". Salmo 34:4 Toma la decisión de confiar y abandonarte totalmente en los brazos del SEÑOR Dios Todopoderoso, entonces, cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere, Porque el SEÑOR será tu confianza. Proverbios 3:24-26