MARZO 2

02.04.2021

TODO TIENE SU TIEMPO, lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora". Eclesiastés 3:1.

Cada cosa tiene su tiempo, o forma parte de un ciclo. Lógicamente es el tiempo y ciclos fijados por Dios. Salomón nos está diciendo que Dios tiene un plan para todos nosotros y un ciclo para todo lo que tenemos planeado hacer de acuerdo con Su voluntad.

Cuando Dios creó el mundo, lo consideró muy bueno. Gen 1:31. Todo lo creado es para el beneficio del hombre, por tanto, debemos aceptarlo con gratitud. Pero, los hombres en su rebelión, han intentado alterar el orden establecido por Dios, tratando de cambiar los ciclos de la naturaleza (la creación), provocando el calentamiento global, contaminación y todas las consecuencias que estamos viviendo. Ir en contra del poder de Dios tiene efectos devastadores sobre la tierra y sus habitantes. Dios les pedirá cuentas en referencia a estos hechos.

Dios ha dispuesto todo, lo bueno y lo malo, cada tarea tiene su tiempo propicio, cada experiencia humana su razón de ser. Y hay dos maneras de enfrentarnos con esta realidad de la vida: Con Fe o sin ella. La voz de la fe dice: "Tú eres mi Dios; en tu mano ESTÁN MIS TIEMPOS." Salmo 31:15. David, no tenía temor de sus circunstancias, confiaba que todas las cosas están en la mano divina. No temía por lo que pudiera hacerle el enemigo, viendo que el SEÑOR lo había colocado en el hueco de Su mano. Estar enteramente a la disposición de Dios es vida y es libertad. No tengo porque temer en ninguna circunstancia, el SEÑOR Jesús, me amó, y se entregó por mí, y mis tiempos están en esas manos que fueron clavadas a la Cruz para mi redención.

El invierno es un tiempo de frío máximo; la escasez de los rayos del sol influye sobre algunos procesos vitales en las plantas, tales como la germinación, la aparición de flores, la profusión de nuevas hojas y la fructificación. Por eso, no es este el tiempo cuando una planta luce mejor, más radiante o más fructífera. Sin embargo, las raíces de los árboles se desarrollan principalmente durante este tiempo. Y esas raíces sirven para permitir la alimentación de la planta y su firme sujeción a la tierra dándole estabilidad y buen fundamento. Por eso, podemos decir que el invierno es un tiempo de preparación para los árboles, pues en él se fortalecen sus bases y se nutren para el tiempo en el cual arremeterán los vientos.

A los creyentes también nos toca vivir inviernos en nuestras vidas, periodos sin hojas, ni flores ni frutos. Pero en esos tiempos Dios trabaja en nuestras vidas, haciéndonos más fuertes, firmes y estables; nos prepara para poder vivir con la adecuada actitud en tiempos futuros. Por eso, las temporadas de invierno espiritual tienen aspectos que nos agradan y otros que no; pero tanto los unos como los otros son necesarios, inevitables e impuestos por Dios.

Durante esos periodos miramos a otros creyentes y sentimos la tentación de envidiar su radiante y llamativa espiritualidad. Sentimos que a otros les va bien y a nosotros no. Sin embargo, este es un tiempo en el cual crecemos y se desarrolla nuestra fe, aunque no seamos conscientes de ello. Por eso, seamos pacientes. Si no es tiempo de hojas ni de frutos. sencillamente, es tiempo de preparación, es tiempo de fortalecer las raíces de nuestra fe, es tiempo de estar arraigados y cimentados en Cristo, Nuestro Amado Salvador y Redentor.

" TODO TIENE SU TIEMPO también nos muestra la necesidad de tomar ventaja del tiempo que Dios nos da aprovechando bien EL TIEMPO, porque los días son malos. Efesios 5:16. "Muchos hombres pierden su alma, de la misma manera que Saul perdió su reino, al no discernir su tiempo. Esaú llegó demasiado tarde; así como las vírgenes necias. Si el viento de la gracia ya ha pasado, la puerta se cierra, el puente es levantado, y no existe la posibilidad de entrar. - Trapp