FEBRERO 21

Miraré AL QUE ES HUMILDE....Isaías 66:2

El mundo nos presenta un cuadro donde se muestra una determinación muy fuerte por los honores y la preeminencia del "yo". La verdadera humildad que trae felicidad y paz, es la que mata el ego y lo crucifica juntamente con Cristo.Gal.2:20. Es la que no espera reconocimiento ni alabanzas de los hombres, ni busca su propia gloria, sino dar gloria a Dios. Juan 7:18 A esta clase de humildes se refirió el SEÑOR cuando dijo: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5:3.

El máximo nivel de humildad se logra cuando uno en verdad comprende que no es nada, que solo polvo: Polvo eres y en polvo te convertirás. Gen.3:19 El que entiende que no es más que polvo y ceniza, reconoce a Dios en todo, como Abraham Gén.18:27, y es consciente de la brevedad de su vida en la tierra, este es verdaderamente humilde.

Nadie puede hallar el arrepentimiento sin humildad, sin ella no puede haber reconocimiento de los errores y pecados: «Yo vivo en el lugar alto y santo con los de espíritu arrepentido y humilde. Isa. 57:15. La humildad da Gracia para el arrepentimiento verdadero: Dios da gracia a los humildes. Sant. 4:6. Si quieres ir al cielo y ser salvo, humíllate ante el Dios de tu Salvación que tendrá de ti misericordia y será amplio en perdonarte. Isa.55:7   Dios atiende la oración del humilde: Porque Él es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos. Salmo 138:6 Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. Salmo 51:17

La humildad da Sabiduría: Pero con los humildes está la Sabiduría. Prov.11:2. Aunque se practique la oración, el ayuno, la lectura, estudio y predicación de la Palabra, sin humildad quedarán sin fruto, porque el vestido y adorno de las obras espirituales es la humildad. La enseñanza de la vida cristiana no consiste en las muchas palabras, ni el mucho conocimiento, sino en la verdadera humildad, porque hace que sean revelados los misterios de la Palabra de Dios y lleva al conocimiento de la Verdad(Cristo), puesto que, Dios sólo se revela a los que son sencillos y simples como los niños, Jesús, orando dijo: "Te alabo, Padre, SEÑOR del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a los niños." Mateo 11:25

Toda exaltación de sí mismo es una forma de soberbia. David nos indica que él la evitaba cuando dice: SEÑOR, mi corazón no es orgulloso, ni son altivos mis ojos; no busco grandezas desmedidas, ni proezas que excedan a mis fuerzas. Sal 130:1   El orgullo hace surgir a los falsos maestros, que enseñan el error, se desvían de la Fe, prestan atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios. 1Tim.4:1 Burladores de la verdad que siguen sus propios deseos. 2Ped. 3:3 Estos son los que se sientan sobre la catedra de Moisés, es decir, creen saber más que todos los demás, dicen y no hacen, hacen todas su obras para ser vistos de los hombres, aman los primeros puestos y les gusta ser llamados por sus títulos, Mateo 23:2-3,5-6. Es infructuosa la enseñanza de la Palabra, cuando por medio de ella, unos son confundidos y otros la aprenden mal.

Dijo David: Bueno es para mí haber sido humillado. Salmo 119:71 Dios nos humilla por medio de las aflicciones para nuestro beneficio, porque hacen volver al hombre de sus malos caminos, le abren los ojos a la verdad de la Palabra, por medio de las aflicciones aprendemos a despojarnos de los bienes materiales, de los honores y de los placeres del mundo, reconocemos lo frágil que es la vida, nos mantienen humildes y nos evitan presumir de creernos más santos que los demás: Pues, el que piensa estar firme, mire que no caiga.1Cor.10:12. Nos acercan más a Dios, que es el único fiel bueno, soberano y digno de toda adoración y alabanza. Por lo tanto, si estamos pasando por aflicciones, digamos con David: ¡Bueno es para mí haber sido humillado!