DICIEMBRE 2

14.02.2021

Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará.... los afinará como oro y como a plata, y traerán al SEÑOR ofrenda en justicia. Malaquías 3:3"

Dios es el Refinador, el Purificador. ÉL trata, prueba y afirma a los que se someten a su moldeo. Es un proceso lento, Él se sienta a trabajar y toma todo el tiempo que necesita. ¡Oh cuanto amor! Es conmovedor ver que ÉL dedica tanto trabajo a tantos detalles mínimos. No es de extrañar que Job exclamara: ¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, Y para que pongas sobre él tu corazón, Y lo visites todas las mañanas, Y todos los momentos lo pruebes? Job 7:17-18.

Cada momento el Gran Refinador está esperando para añadir un nuevo toque a tu fortaleza y hermosura, para dejarte en condiciones de ocupar un lugar más alto en su Reino Eterno. El hombre es propenso a pensar que las tribulaciones y sufrimientos son solamente accidentes, malas circunstancias, contratiempos y daños personales recibidos de manos de personas. Pero después de un tiempo se da cuenta que Su Mano está por sobre toda otra mano y que Su Amor está por sobre todo.... Él está moldeando y haciendo una imagen perfecta. Si aquel que está siendo probado por fuego pudiera ver la vida desde el punto de vista del Refinador Celestial, no vería otra cosa que su Mano en cada circunstancia. Si el que sufre pudiera reconocer al Purificador en cada circunstancia, no vería otra cosa que Su Presencia permanente a su lado. Cada golpe hostil del martillo sería desviado si el que está recibiendo los golpes tuviera el escudo irrompible de la Fe. Después de cada prueba de fuego clamaría con el gran Apóstol: " Nada podrá apartarme del amor de Dios". Rom.8:39 Amados, las pruebas vendrán hasta que nada pueda apartarlos. "Porque a ustedes les es concedido a causa de Cristo, no sólo que crean en ÉL, sino que padezcan por ÉL". Filipenses 1:29. "A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tenga mancha, ni arruga ni cosa semejante, sino que sea santa y sin mancha!" Efesios 5:27 "No que lo haya alcanzado todo ni que sea perfecto...olvidando lo que queda atrás, prosigo a la meta del supremo llamamiento." Filipenses 3:12-14

Mi vida era como una piedra preciosa no labrada, llena de asperezas. Su brillo estaba opacado como por un velo; no daba destellos. Pero la mano del Maestro Divino obra milagros. Cada dolor, cada tribulación, cada prueba, cada ¡Ay! cortó con una nueva faceta en mi alma. Y aun cuando me parecía que ÉL ya no podía añadir una nueva faceta, por medio de aquel sufrimiento, hizo surgir un nuevo destello que lo llenó de felicidad. Aún faltan otros procesos: Pulir, asentar la gema, que ya se ha convertido en una joya de especial fulgor. Para todo esto debo estar lista, dispuesta a obedecerlo y amarle...." Mabel Brown