NOVIEMBRE 20

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. Salmo 51:10"
Esta es la súplica de un hombre destrozado por el pecado, hecha con angustia de alma y quebranto de espíritu. ¡Crea! Esto es, produce en mí un corazón diferente, dame una naturaleza nueva. Nadie sino Dios puede crear un corazón nuevo y una tierra nueva. Recuerda las palabras de Jesús a Nicodemo: "El que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios." Juan 3:3 Nacer de nuevo es la obra sobrenatural de Cristo, por Su Santo Espíritu que habita en cada creyente, creando en cada uno una naturaleza espiritual, no inclinada a los placeres del mundo y vanidadesTener un corazón limpio es disfrutar de la obra de Cristo en la cruz, un corazón purificado por su Sangre Preciosa, y logrando una conexión perfecta con Dios nuestro creador, a través de su Palabra y la oración. Solo así se puede tener una vida recta y mantener el equilibro en un mundo de maldad y totalmente torcido, lleno de materialismo, e incredulidad. Y solo la unción del Santo Espíritu nos dará el gozo de la salvación, un corazón limpio y un espíritu recto ante tanta maldad. Pide a Dios un corazón limpio y un espíritu recto.
Permite que tus pensamientos, tus palabras, los pasos que das y tus hechos sean la demostración viva de un corazón limpio y un espíritu recto dentro de ti. Pues solo en Jesucristo, se encuentra la limpieza y la rectitud que tu alma necesita. Con un corazón limpio y un espíritu recto podrás decir como David: "Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti". Anónimo