NOVIEMBRE 2

14.02.2021

Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría. Salmo 30:5"

¡Qué peso tiene una tribulación durante la noche! Nuestros nervios y cerebro, cansados, parece que no pueden resistir la presión. El pulso late acelerado, y el cuerpo febril, inquieto rehúsa ayudar en la tarea de la resistencia. Después de una noche así de lucha, y del sueño pesado y agotamiento, nos despertamos con un sentimiento vago de alteración. ¿Por qué nos sentíamos tan abatidos? Las cosas no se ven igual ahora: Tristes, cierto, pero tolerables; duras, pero ya no imposibles; malas quizá aún, pero no desesperamos ya. El llanto nos visita por la noche, pero a la mañana viene la alegría. Su llanto sólo va a durar hasta la mañana, porque EL Sol de Justicia sale y brilla en el corazón para transformar la noche invernal en un día de verano, los suspiros en cantos, la pena en alegría, el duelo en música, la amargura en dulzura, la soledad en un paraíso.

Sin duda, Pablo y Silas, recordaron sus cantos de noche en la cárcel de Filipos Hechos 16:25 ¿Y no podemos hacer, hermanos, lo mismo, recordar los apoyos y consolaciones que hemos disfrutado en anteriores dificultades y la forma como el SEÑOR nos hizo pasar de la sombra de muerte a la mañana? Y así, cuando la vida, con sus luchas y problemas y pecados, trayéndonos un conflicto perpetuo, termina al final en las luchas agónicas de la muerte, entonces Dios «da a sus amados el sueño» Salmo 127:2. Duermen en Jesús y despiertan en el gozo de una mañana que no se desvanecerá ni disminuirá: La mañana del gozo eterno." Thomas Brooks