FEBRERO 19

28.03.2021

¿Qué padre si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si ustedes, siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Luc.11:11-13

Compara lo que puede hacer un padre terrenal y pecador con su hijo con nuestro Padre Celestial. Ningún padre le daría a su hijo una serpiente en vez de un pescado o un escorpión en vez de un huevo. Y si nosotros sabemos dar buenos regalos ¿qué tipos de regalos nos dará nuestro Padre perfecto?

Pero el problema es que nuestro corazón siempre inclinado al pecado, y como niños desobedientes, nos gustaría jugar con piedras, serpientes y escorpiones que creemos son buenos para nosotros. Nuestro sabio y amoroso Padre celestial nos protege de tal manera que muchas veces no nos da las cosas que nos van a hacer daño. Santiago 4:3 dice: "Piden y no reciben, porque piden con malos propósitos, para gastarlo en sus placeres". Este versículo enseña el tipo de perspectiva que tenemos que tener cuando le pedimos algo a Dios. Nuestra vida debe estar completamente comprometida para Su gloria y en hacer Su voluntad. 1Juan 5:14-15, y de esa manera recibiremos lo que queremos.

¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el ESPÍRITU SANTO a los que se lo pidan? Perdemos muchas bendiciones celestiales, cuando nos dedicamos a pedir en oración solo cosas materiales. Nos enseña el SEÑOR, nuestro Maestro, haciendo énfasis en que pidamos EL ESPÍRITU SANTO, y Nuestro Padre Celestial no negará a nadie que pida Su llenura, por la importancia que tiene ésta en la vida espiritual de cada creyente.

La mayor necesidad del creyente es de índole espiritual, y tener una buena relación con Dios, a través del Espíritu Santo, y esta es la seguridad que Dios proveerá tanto en lo espiritual como en lo material. Según dijo Jesús: Busquen primero el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas (materiales) les serán añadidas. Mat.6:33 El don más perfecto que ha dado Dios es el Espíritu Santo Hechos 2:1-4, el cual prometió dar a todos los creyentes después de su muerte, resurrección y ascensión. Es la llenura del Espíritu la que nos capacita para saber vivir en la escasez, así como en la abundancia, y tener la certeza que Dios proveerá para que hagamos lo que Él quiere aun cuando no tengamos los recursos para hacerlo.

Además, nos enseña el SEÑOR la importancia de pedir la llenura de Su Espíritu Santo, porque en nuestra debilidad nos ayuda a Orar como conviene.Rom. 8:26 La Llenura Del Espíritu nos provee Gozo, Paz, Vigor y Plenitud. Rom.15:13. Nos permite experimentar la Gloria de Dios: Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios.Hechos 7:55-56 Sin la llenura del Espíritu Santo, nuestro Evangelio se vuelve intelectual, que hace vana la obra de Cristo en la Cruz, por eso dijo Pablo: Él nos capacita como ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, mas el Espíritu vivifica. 2Cor.3:6

La llenura del Espíritu Santo, evita que andemos en las obras de la carne, y estar libres de iras, amarguras, ambición y codicia. Otra cualidad que nos provee la llenura del Espíritu Santo es la alegría: Estén siempre gozosos 1Tes.5:16. Pablo nos exhorta a estar siempre alegres a pesar de las tribulaciones, pues su testimonio como ministro de Dios había sido: "En mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos. 2Cor.11:23-27. Llenos del Espíritu Santo podemos utilizar los dones que Dios nos ha dado para edificar a otros, y cada uno verá los efectos espirituales según el don que le haya sido dado. 1Cor.12:4-6 Cuando estamos bajo la llenura del Espíritu Santo, tenemos tal poder de amar aun a nuestros enemigos. Tal es la satisfacción que nos trae que podemos vivir en paz con todos, y con el gozo del SEÑOR....

Estos y muchos más beneficios tiene la llenura del Espíritu Santo en nuestras vidas. Por tanto, pidamos con toda confianza el Espíritu Santo a nuestro Padre Celestial y Él nos lo dará sin medida y sin reproche. Busquemos Su llenura y saciedad, que podamos decir que estamos colmados del SEÑOR y de Su Espíritu, entonces veremos la gloria de Dios en nuestra vida y familia. Oh Padre Eterno, concédeme la llenura de tu Santo Espíritu y por tu gracia, te ruego me concedas los dones que Él me puede brindar. Así mismo concédeme el gozo de la salvación y renueva un espíritu recto dentro de mí. Séllame con tu Espíritu Santo, pues soy tuyo, y anhelo estar por siempre, cerca de tu Presencia. Amén