MARZO 18

02.04.2021

«¡Demos gloria al SEÑOR, porque su misericordia es eterna!» 2Cron.20:21

Este es un emotivo relato de una batalla ganada en Oración, Josafat recibió la noticia de que una gran multitud avanzaba contra él desde el otro lado del mar. Se dio cuenta claramente de la situación y presentó al «¡Demos gloria al SEÑOR, porque su misericordia es eterna!» 2Cron.20:21
Este es un emotivo relato de una batalla ganada en Oración, Josafat
recibió la noticia de que una gran multitud avanzaba contra él desde el otro
lado del mar. Se dio cuenta claramente de la situación y presentó al SEÑOR su
problema. La suya fue una oración de humildad y reconocimiento del poder de
Dios: " Nosotros no tenemos la fuerza suficiente para enfrentar a ese gran
ejército que viene a atacarnos. ¡No sabemos qué hacer, y por eso volvemos a ti
nuestra mirada!»2 Cron.20:12 No tenían la vista puesta en lo grande de la
dificultad, sino en la grandeza de Dios.

Fue una prueba crucial, pero el SEÑOR no le dejó dudas a Josafat acerca de su
voluntad. Se la dio a conocer a través de un levita, siervo de Dios, quien le
dijo las siguientes palabras de parte del SEÑOR: " No tengan miedo ni se
amedrenten al ver esta gran multitud, porque esta batalla no la libran ustedes,
sino Dios." 2Cron. 20:15 El temor es un enemigo mortal. Cuando venga el
temor recordemos las palabras de Pablo a Timoteo: "No nos ha dado Dios un
espíritu de cobardía, sino de poder y de dominio propio." 2Timoteo 1:7

Entonces, el rey Josafat designó cantores que fueran delante del ejército con
sus cánticos: "Alaben al SEÑOR porque su misericordia es para
siempre." Hicieron esto a pesar de no avistarse señal alguna de la
liberación y salvación prometida. En la línea misma de combate, frente a un
ejército más poderoso en número, cantaron: «¡Demos gloria al SEÑOR, porque su
misericordia es eterna!» 2Cron.20:21 El relato inspirado por Dios dice: Cuando
los cantos de alabanza comenzaron a escucharse, el Señor puso contra los
amonitas y moabitas, y contra los del monte de Seir, las emboscadas que ellos
mismos habían tendido contra Judá, y acabaron matándose los unos a los otros.
Los amonitas y moabitas atacaron a los del monte de Seir, y los mataron hasta
acabar con ellos, y después de eso, se volvieron contra sus propios compañeros
y los atacaron hasta destruirlos.2Cron.20:22-23

Fueron más que vencedores, porque leemos: " Josafat y su pueblo.... Tres
días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho." Fueron
enriquecidos más al final de la prueba que antes. Se les había añadido bienes
que jamás habían pensado poseer.

Hay dos cantos en la gran batalla de Josafat: El canto de alabanza antes de la
batalla, y el canto de liberación después de ella. Nosotros también deberíamos
tener dos himnos: Uno en el valle de la prueba, en el que alabamos a Dios por
el cumplimiento de todo lo prometido; pero resulta más precioso el canto de alabanza
previo, cuando le alabamos sin haber visto o presentido las emboscadas que el
SEÑOR pondrá a los enemigos para derrotarlos y darnos la completa victoria.
-L.B.Cowman