ENERO 17

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19
"Todo lo que les falta." ¡Que promesa! El texto habla de todo lo que nos falta:
1. Necesidades Temporales. Si tenemos alimento y vestido, deberíamos estar contentos con eso; pero hay muchas personas del pueblo de Dios para quienes la simple obtención de alimento y ropa es una faena desgastante. Muchos creyentes se ven muy apurados por las preocupaciones hogareñas, las pruebas familiares, las enfermedades del cuerpo, las pérdidas en los negocios, y algunas veces por la imposibilidad de obtener un trabajo adecuado. Si Dios no les enviara pan y comida de una manera prodigiosa, ciertamente se morirían de hambre; pero su pan les será dado, y su agua está garantizada. "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta." la declaración del texto incluye a la totalidad de sus necesidades personales y familiares.
2. Necesidades Espirituales: Tenemos necesidad de perdón perpetuo, pues siempre estamos pecando, y la sangre de Jesucristo está intercediendo siempre por nosotros y limpiándonos de todo pecado. Cada día hay necesidad de renovada fuerza para combatir contra el pecado interior; y, bendito sea Dios porque esa fuerza es suministrada diariamente y renovada como el águila. Necesitamos ser convertidos diariamente de algún pecado o de otro, que, tal vez, a duras penas hemos reconocido como pecado. Necesitamos ser instruidos en las cosas de Dios, necesitamos ser iluminados en cuanto a la mente de Cristo, necesitamos ser consolados por las promesas, necesitamos ser avivados por la Palabra, ser fortalecidos por las doctrinas.Tenemos carencias desde Enero hasta Diciembre; pero aquí está la misericordia: "Mi Dios, pues, suplirá Todo lo que les falta." ¿Tienen muchas comodidades? ¿Gozan de riquezas? Entonces cuánta necesidad tienen de ser guardados de amar al mundo, del desenfreno, de la altivez y de las costumbres de este perverso mundo actual. ¿Son ustedes muy pobres? Entonces la tentación es a la envidia, a la amargura de espíritu, a la rebelión contra Dios. "Mi Dios, pues, suplirá Todo lo que les falta."
3.- Necesidad en el Sufrimiento: Requerimos de paciencia ante el dolor y de esperanza ante la depresión de espíritu. Nuestro Dios suplirá para nosotros esas gracias y consolaciones escogidas que nos fortalecerán para glorificar Su nombre, incluso en medio de la prueba de fuego. Él hará que la carga sea más ligera. Algunas veces le hemos pedido que nos consuele, pues estábamos muy abatidos; pero cuando el Señor nos ha consolado, nos ha llenado de tal manera de deleite que hemos estado inclinados a decir: "Es suficiente. Recuerda que soy sólo un vaso de barro." Nuestro Dios da como Rey. Derrama agua sobre el que está sediento, y corrientes de aguas sobre la tierra seca.
"Conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús." Quiere decir, no sólo las riquezas de lo que ha hecho y de lo que podría hacer. El creador de los cielos y la tierra, el que todo lo puede. ¿Quién puede calcular las posibilidades del Dios omnipotente? Pero el SEÑOR suplirá TODO lo que les hace falta a tales gloriosas posibilidades. Después de eso, ¿se atreven a deprimirse? ¡Oh alma, qué locura es la incredulidad! ¡Cuán flagrante blasfemia es dudar del amor de Dios! Él ha de bendecirnos; y, si somos bendecidos por ÉL, hemos de ser en verdad bendecidos. Si Él suple nuestras carencias "conforme a sus riquezas en gloria," ¡serán suplidas a plenitud!
Tú verás todas las carencias de tu alma satisfechas, pero debes acudir a Cristo para todo. "En Cristo Jesús." Este es el manantial del que brotan las aguas vivas. Tú has de ser enriquecido en gloria "en Cristo Jesús." Hallarás la salvación por gracia mediante la fe en ÉL. ¡Qué fuente tan grandiosa! ¡El mismo Dios! ¡Qué provisión tan admirable! ¡"Sus riquezas en gloria"! ¡" En Cristo Jesús"! Tu gran privilegio es el colocar Todas tus necesidades sobre sus riquezas, y perder de vista lo primero en presencia de lo último. Su tesoro inagotable está abierto de par en par para ti con todo el amor de Su corazón. Ve y toma de él lo que desees con la simple candidez de la fe. Y nunca tendrás necesidad de tener que recurrir a pedir la ayuda de tu prójimo. - C.Spurgeon