FEBRERO 16
Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá,.... así será MI PALABRA que sale de mi boca. Isaías 55:10-11
A la fragilidad, desesperanza e impotencia del hombre se opone la fuerza y la fidelidad de la Palabra divina. Isaías presenta la palabra de Dios con el símbolo de la lluvia y de la nieve que bajan del cielo y vuelven a él. Dios nos muestra en lo natural lo que hace en lo espiritual. Como la lluvia desencadena el ciclo de la fertilidad en la naturaleza, la palabra de Dios desencadena la salvación en la historia humana: Con gozo sacarás agua de los manantiales de la Salvación Isaías 12:3. La lluvia hace que la tierra produzca fruto en abundancia y la Palabra de Dios produce frutos abundantes para salvación, agua que brota para vida eterna". Juan 4:13-14, a todo aquel que cree. Juan 3:15-16
Y el que tiene sed, venga; y el que desea, que tome gratuitamente del agua de la vida. Apoc.22:17 Como la tierra sedienta absorbe la milagrosa lluvia torrencial en tiempos de sequía, así Dios por medio de Jesucristo, que es su Palabra Viva, el verbo hecho carne. Juan 1:1-4 da de beber a todos los sedientos espirituales de su Espíritu y una vez llenos de su interior brotan ríos de Agua Viva.
Cuando no llueve la tierra se seca y endurece, nada puede sembrarse en ella pues se vuelve impenetrable como la piedra. De la misma manera, el corazón del creyente se seca y endurece, debido a los falsas enseñanzas de los falsos maestros y profetas los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al SEÑOR que los compró.... Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas, y por causa de ellos se difamará el camino de la verdad. Llevados por la avaricia, estos maestros los explotarán a ustedes con palabras engañosas. 2Pedro 2:1-3 De tal manera, que dejan de recibir los nutrientes de la Palabra y la limpieza del Espíritu Santo que habita en ella como la tierra que es.
El Falso Evangelio hace que el corazón lentamente se endurezca y se vuelva árido. La persona afectada pierde su espiritualidad en favor de la religiosidad, lo cual convierte cualquier corazón en piedra. Cuando dejamos de obrar como la Palabra nos manda, el Espíritu no está más en santa comunión con nosotros. Cesa la Lluvia Espiritual y nuestro corazón se endurece a las verdades de Dios; dejamos de ser espirituales y nos volvemos a este mundo.
Pero no importa cuán endurecido este el corazón humano, si hay genuino arrepentimiento, la Palabra de Dios como la lluvia penetra en los corazones más secos y endurecidos por medio del Espíritu, los dispone y sensibiliza para recibir la semilla. Dios siempre está dispuesto a enviar Su Espíritu en forma de lluvia para sensibilizarlo de nuevo y volverlo fértil. La lluvia afecta lo que toca, transforma el paisaje, lo hace florecer y reverdecer, y esto es lo que Dios hace con Su Palabra en el corazón árido por el pecado: ¡El desierto florecerá y la tierra seca dará fruto! Isaías 35:1 Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y seca. Isaías 43:19
Y como La lluvia cae para renovar y purificar el ambiente, la Palabra de Dios es enviada para regenerar con su poder limpiador: Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado.....Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí". Salmo 51:2-10 Una vez que la Palabra de Dios vuelve al corazón, se convierte en un manantial inagotable de agua viva.