ENERO 14

La suma de tu palabra es verdad, y cada una de tus justas ordenanzas es eterna. Salmo 119:160
Esta verdad y excelencia de la Ley de Dios resplandece en las siguientes cualidades:
1. La ley bendita de Dios, es una carta de amor enviada desde el cielo, escrita por el Espíritu Santo, y sellada con la sangre de Cristo. "Así como el gozo del esposo con la esposa, así tu Dios se regocijará por ti"; Isaías 62.5 "Yo te desposaré conmigo para siempre en la justicia y en la bondad amorosa y misericordia." Oseas 2,19. ¿No es agradable la lectura de esta carta de amor?
2. La ley de Dios es una luz "que alumbra en lugar oscuro" 2 Ped.1:19. Es nuestra estrella polar que nos guía hacia el cielo; fue lámpara para David en su caminar, Salmo 119:105. Ahora la luz resplandece. Es triste carecer de esta luz. ¡Aquellos que no tienen el conocimiento de la Ley de Dios tropiezan en la oscuridad!
3. La ley de Dios es un espejo espiritual para vestir nuestras almas. David a menudo se vistió en este espejo, y obtuvo mucha sabiduría, Salmo 119:104. "De tus mandamientos he adquirido inteligencia." Este espejo revela nuestros defectos y transforma. La ley de Dios es un espejo para mostrarnos nuestros rostros y una fuente de bronce para lavar nuestros errores.
4. La ley de Dios contiene para nosotros evidencias del cielo; sabremos si somos herederos de la promesa, si nuestros nombres están escritos en el cielo? En este libro de la ley, 2 Tes. 2.13: "Él nos ha escogido para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad." 1 Juan 2.14: "Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, porque amamos a los hermanos"; ¿y no es para nuestra bendición leer sobre estas evidencias?
5. La ley de Dios es una armería, en la que podemos buscar nuestra artillería espiritual para luchar contra Satanás. Se puede comparar con la "Torre que David construyó para armería; allí colgaban mil escudos de valientes," Cantares. 4:4. Se llama la "espada del Espíritu". Ef. 6:13 Cuando el diablo tentó a nuestro Salvador, acudió a la Escritura como arma: "Escrito está!" ¡Tres veces Cristo hiere la serpiente con esta espada! Mat. 4:4.
6. La ley de Dios es nuestra medicina espiritual. Cuando hay alguna enfermedad que crece en el alma y si estamos debilitados, aquí está el remedio: Salmo 119.50. "¡Tu palabra me ha vivificado!" Si nuestros corazones están endurecidos: "¿No es mi palabra como el fuego?" Jer. 23.29. Este es capaz de derretir la roca en la ternura. Si somos orgullosos, aquí está el remedio, 1Ped. 5.5. "Dios resiste a los soberbios." Si hay culpabilidad, aquí tenemos un medicamento soberano a tomar, Juan 17.17: "Santifícalos en tu verdad." La ley de Dios es como un jardín de medicinas espirituales, donde podemos recolectar cualquier hierba para expulsar el veneno del pecado.
7. La ley de Dios es un tesoro divino para enriquecernos! Aquí están las riquezas del conocimiento, y la certeza de ser alcanzadas. Col. 2.2. En la ley de Dios están dispersas tantas verdades como diamantes preciosos que adornan el hombre interior, el del corazón. David tomó la ley de Dios como su herencia, Salmo 119:111. ¡En esta mina bendita se oculta la verdadera perla de gran precio! ¡En ella cavamos hasta que encontremos el cielo!8. La ley de Dios es nuestro alivio en tiempos de debilidad; "Que tengamos un sólido consuelo." Heb. 6.18 Puede endulzar la aflicción, puede convertir el agua en vino, puede consolar en la prueba de fuego: "Este es mi consuelo en la aflicción, porque tu dicho me ha vivificado", Sal. 119:50. Los placeres del mundo son consuelos débiles; pero las promesas de las Escrituras son consuelos fuertes. Deja que la enfermedad llegue, la promesa de la Escritura pueden disiparla: "el habitante de la tierra no dirá estoy enfermo", Isaías 33:24.Si la muerte llegue, un cristiano puede afrontarla con valentía: "¿Dónde está, oh muerte tu aguijón?" 1Cor. 15:55
La ley de Dios es el maná. Este maná celestial satisface en sí mismo el paladar de cada cristiano. ¿Qué desea el alma? Animo, fortaleza. ¡Se puede encontrar Todo en este Maná!" Thomas Watson