NOVIEMBRE 12

14.02.2021

Y la esperanza no avergüenza, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado. Romanos 5:5"

Hay tiempos en nuestras vidas cuando las cosas se ven tan mal, que tenemos que esperar aún por esperanza. El esperar una promesa por mucho tiempo causa dolor: La esperanza que se demora, es tormento del corazón; Prov.13:12 Pero, el aguardar por esperanza, el no ver señales de una perspectiva favorable y no obstante rehusar a desesperar; el no tener nada delante de la ventana excepto la noche, y sin embargo, dejar la ventana abierta por la posibilidad de la aparición de alguna estrella; el tener un lugar vacío en mi corazón y no obstante, no permitir que éste sea ocupado por una presencia inferior, esa es la paciencia más grandiosa en el universo.

Es el mismo Job en medio de la tempestad; es Abraham camino al monte Moriah, es Moisés en el desierto de Madián, y es el Hijo del hombre en el Jardín de Getsemaní

No hay paciencia tan firme como la que se mantiene "como viendo al Invisible;" Heb.11:27, esto es aguardar por esperanza. Tú has hecho bella la espera. Tú has hecho divina la paciencia. Tú has enseñado que la voluntad del Padre puede ser recibida, sólo porque es Su voluntad. Tú nos has revelado que el alma no puede ver en la copa otra cosa sino aflicción, y sin embargo, bebe de ella, convencida de que la vista del Padre ve mucho más allá que la nuestra.

Dame Tu poder Divino, el poder de Getsemaní. Dame poder para aguardar la esperanza, para mirar desde la ventana donde no se perciben estrellas. Dame poder, cuando la tristeza se apodere de mí, para que permanezca invencible en medio de la noche y pueda decir: "¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío." Salmo 42:5

Cuando haya aprendido a esperar por esperanza, entonces habré alcanzado el climax de la fortaleza...." George Matheson.