ENERO 1

Me olvido ciertamente de lo que ha quedado atrás, y me extiendo hacia lo que está adelante. Filipenses 3:13
Estamos en el umbral de otro nuevo año. Puede ser un año de muchas experiencias benditas, de muchas expectativas, de mucha incertidumbre. Pero, tu sigue a quien va adelante, a CRISTO, quien caminó delante de Su pueblo en la antigüedad, luz conductora, protección constante, amigo y consejero infalible, Todopoderoso Salvador.
Cuando las sombras se profundicen y el temor cabalga sobre los lamentos del viento; cuando llegue el dolor y caminemos por el brumoso valle del pesar; cuando el gozo nos salude de lejos, y nuestro camino esté escabroso, recordemos como nos ha guiado en el pasado y sabremos que todo anda bien. Cuando los espectros del pasado te obsesionan, cuando las penas y pesares de ayer parecen oprimirte y apagar el sol, olvida lo que queda atrás y procura alcanzar los goces que hay por delante. Pablo dice: "Sigo avanzando hacia la meta". En esto hay urgencia y no puede permitir que nada estorbe el progreso del que corre.
Muchas veces nosotros mismos nos ponemos impedimentos. Nuestro Maestro ha hecho lo que le correspondía para librarnos de todo peso: Nos ha librado del pasado, nos ayuda en el presente, y nos alienta para el futuro. Por eso, querido creyente, al encarar los días venideros de un nuevo año, sabiendo que cada día está más cerca el regreso de Nuestro SEÑOR, "despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia" y prosigamos al blanco, con sencillez de corazón, "puestos los ojos en Jesús". L.B.Cowman