ENERO 10

06.03.2021

¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. Apocalipsis 22:7

En su segunda carta, Pedro da una clara respuesta a esto, porque ya en sus tiempos aparecían burladores que decían: "¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación" 2 Pedro 3:4. El apóstol dice que eso es un engaño tremendo, porque los tiempos de Dios funcionan de manera totalmente diferente a los nuestros: "Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El SEÑOR no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con no¬sotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" 2 Pedro 3:8-9.

Como Dios es misericordioso, espera que incontables personas se conviertan a Él. Dios no retrasa de modo alguno su promesa. Y Él ha determinado con exactitud el momento para la misma. Nosotros no podemos saber eso de ningún modo. Vivimos en un mundo finito; la Biblia habla del fin de él y detalla las señales que lo precederán. Dios nos exhorta en su palabra a estar alerta, a prepararnos: Por tanto, también ustedes estén preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que menos lo esperen. Mt. 24:44; 25:13; Mar. 13:32-33. En todo caso, será como dijo Pedro: "Pero el día del SEÑOR vendrá como ladrón en la noche" 2 P. 3:10. Algo similar se nos dice muy a menudo, por ejemplo en Mateo 24:42-44,50; 25:13; Marcos 13:33-37; Lucas 12:41; 1 Tesalonicenses 5:2 y en otros pasajes más. Sí, Jesús puede venir en cualquier momento, y lo hará repentina e inesperadamente.  Las señales que preceden a Su segunda venida NO nos son dadas para que podamos calcular el momento de Su venida. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mateo 24:36 Tampoco están para que en ellas podamos creer que todavía falta mucho tiempo para su regreso, porque algunas señales siempre han existido ¡Desde luego que las ha habido! No obstante, cuando Jesús dijo que "Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares" Mateo 24:7, estaba hablando de la frecuencia y potencia poco común de las guerras, terremotos, hambres y pandemias que habrían de ocurrir. Es evidente que eso es precisamente lo que ha sucedido en los últimos años, las catástrofes son cada vez más graves en todo el mundo. Las señales nos son dadas para que intensifiquemos nuestra expectativa. Porque Jesús, Nuestro SEÑOR, ha dicho: "Cuando estas cosas comiencen a suceder, anímense y levanten la cabeza, porque su redención estará cerca" Luc. 21:28.

Hay quienes irradian un optimismo ingenuo, cuando dicen: "Las cosas van a mejorar" "Lo mejor está por venir". Pues bien, de parte de Dios tengo la misión de decirles que las cosas NO van a mejorar hasta el regreso de Cristo. Sí, hay buenas noticias, se acerca un mundo maravilloso y glorioso para los que han creído y han sido salvos por el SEÑOR Jesucristo, pero la realidad es que la situación se tornará muy oscura y angustiosa antes del amanecer de esa nueva era de paz que será instaurada por ÉL a su regreso.

Usted puede llegar a estar sumamente consciente de la realidad mundial y alcanzar un profundo contacto con Dios mediante la oración, el estudio diligente de la Biblia y la vigilancia sobre la marcha de los sucesos en el mundo. Pida a Dios ayuda en ferviente oración. Pida que lo guíe y le dé fortaleza para hacer el bien. Pídale que lo libre a usted y a su familia de los años turbulentos que se avecinan. Es hora de buscar a Dios de todo corazón y de empezar a obedecer sus mandamientos. Usted puede aceptar a Jesucristo como su Salvador personal y someterse a Él para que more en su corazón por medio de su Espíritu. Gal. 2:20 Además, será librado de la futura catástrofe mundial que Jesús tan vívidamente describió. Pongamos entonces en práctica las instrucciones del SEÑOR: "Velen, pues, en Todo tiempo Orando que sean tenidos por dignos de escapar de estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre" (Lucas 21:36). - Roderick C. Meredith y Llamada de Medianoche