NOVIEMBRE  9

28.11.2021

«Tuyo es el día, tuya también es la noche; Tú estableciste la luna y el sol. Salmo 74:16

Tuyo es el día...Tú estableciste la luna y el sol (la luz). La luz es la vida; el más pequeño insecto no puede vivir sin luz; incluso los ciegos reciben la seguridad de sus operaciones benignas en los miembros no relacionados directamente con la visión. La luz es orden; y su vara de mando se encarga de la separación entre la oscuridad y la claridad, cada uno según su rango. La luz es hermosura: sea el fulgor de la luna el centelleo de las estrellas, el juego sin igual de colores en la superficie de una burbuja de jabón, juego de niños y herramienta de sabios; el rico juego de colores de la madreperla o las plumas magníficas de los pájaros.

La luz es pureza: las figuras que se hallan fuera de su rayo, se vuelven deformes y pasan a ser asiento de horror y oprobio. La luz es crecimiento: donde se halla, sabemos que la naturaleza prosigue su obra para la vida y el vigor de las criaturas; la luz da vitalidad a la savia; la luz elimina obstrucciones del camino de los agentes que estimulan el crecimiento, y, por tanto, su ausencia da lugar a formas enanas, deformes, paralizadas. Hay perfecta compatibilidad cuando las Escrituras dicen que la luz contiene, por así decirlo, las semillas de todas las cosas, y cuando se creó, «Dios dijo: "Sea la luz y la luz fue hecha".» - E. Paxton Hood

" Tuya también es la noche " Sí, SEÑOR, tú no renuncias a tu trono cuando el sol se pone, ni abandonas el mundo en las largas noches de invierno, para que este sea presa del mal. Tus ojos nos vigilan como las estrellas y tus brazos nos rodean desde el firmamento. El rocío del relajante sueño y todos los influjos de la luna están en tus manos, y tanto los sobresaltos como la quietud de la noche son iguales para ti. Esto me alienta grandemente cuando estoy en vela a altas horas de la noche o me muevo de un lado para otro en medio de mi dolor. Hay frutos preciosos que producen tanto la luna como el sol. Mi SEÑOR puede hacer que yo sea un favorecido partícipe de ellos.

Tanto la noche de la aflicción como los días luminosos del verano cuando todo es gozo, están bajo la providencia y el cuidado del amoroso SEÑOR. Jesús se encuentra en la tempestad. Su amor envuelve la noche como un manto; pero, para el ojo de la fe, ese manto negro es apenas un disfraz. Desde la primera vigilia de la noche hasta el amanecer del nuevo día, el eterno Observador vigila sobre sus hijos y dirige las sombras y el rocío de la noche para el mayor bien de los suyos. En medio de la noche de la tribulación, nosotros creemos y oímos la voz del SEÑOR que dice: «El que forma la luz y crea las tinieblas... Yo soy el SEÑOR, el que hago todo esto»Isaías 45:7.

Las épocas tenebrosas de indiferencia y de pecado no están fuera del propósito divino. Cuando se profanan los altares de la verdad, los hijos del SEÑOR lloran con amargo dolor, pero no pueden caer en la desesperación, porque las épocas más tenebrosas están regidas por el SEÑOR y terminarán cuando Él lo ordene. Lo que aparenta ser una derrota para nosotros, es una victoria para Dios. -C.Spurgeon

Aunque envueltos en oscura noche, sin percibir ningún rayo de sol, como el SEÑOR se halla con nosotros, no habremos de tener temor