JULIO  9

02.07.2021

En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. Salmo 119:11

He guardado tus palabras, las he escondido, las he ocultado. He "atesorado" la palabra de Dios como lo más valioso en mi corazón. Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos.Salmo 119:14-15


Aunque invisible constituye el poder secreto por el cual David estaba gobernado; la riqueza de la Palabra de Dios depositada en lo íntimo de su corazón como el más valioso de sus tesoros. Hijo mío, guarda mis razones, Y atesora contigo mis mandamientos. Prov.7:1


David se esforzaba no para demostrar cuánto conocimiento y sabiduría tenía para destacarse y hacerse glorioso delante de los hombres. Por eso dijo: "He aquí, tú quieres la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender la Sabiduría." Salmo 51:6 En la parte secreta, en lo más profundo de su alma y de su corazón, donde solo Dios lo puede ver, allí es revelada la sabiduría celestial y salvadora.


La limpieza de su corazón debía estar en lo que estaba oculto a los ojos del hombre, donde se es sincero, donde no hay que pretender ser piadoso, donde las palabras y los hechos son coherentes, esto es obrar y comprender sabiduría. "Hijo mío, si haces tuyas mis Palabras y atesoras mis mandamientos; ....Si tu oído inclinas hacia la Sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del SEÑOR y hallarás el Conocimiento de Dios.Prov.2:1-5


Hay mucha diferencia entre el cristiano verdadero y los mundanos. El mundano tiene sus tesoros en la tierra; El cristiano los tiene en el corazón. Dijo Jesús: "Dónde está tu tesoro está tu corazón."Mateo 6:21 No hay en realidad ningún mejor recipiente para contener la palabra de Dios, como el corazón, para ser preservada allí como un tesoro que lleva a la vida eterna. Si la tienes sólo en la boca, te la quitarán; si la tienes solo en tu libro, no la hallarás cuando más la necesites; pero si la guardas en tu corazón, como María las palabras del ángel, ningún enemigo podrá sacarlas de allí, y hallarás que es un tesoro consolador en tiempo de necesidad.


"Para no pecar contra ti." Un corazón lleno de la Palabra de Dios es el antídoto más poderoso contra el pecado. Aquí está el objetivo perseguido: Guardada en el mejor lugar «en mi corazón»; con el mejor de los propósitos «para no pecar contra ti», para que pueda ser guiado continuamente por tus preceptos; para que pueda ser amonestado del deber; para que me guarden de extraviarme, para ponerlos en práctica, para obedecerlos. Por tanto, estimo rectos todos tus preceptos acerca de todas las cosas, y aborrezco todo camino de mentira. Salmo 119:128 - C.H.S