ABRIL  9

03.04.2023

"A estos también, después de Su padecimiento, se presentó vivo con muchas pruebas convincentes, apareciéndose durante cuarenta días y hablándoles de lo relacionado con el reino de Dios". Hechos 1:3

¡Qué tiempo precioso es para nosotros la conmemoración de la Resurrección! El SEÑOR resucitado realizó una gloriosa conquista. ¡Qué hermoso resulta, ver cómo tras el frío intenso de los meses invernales brota el canto de los pajaritos, el verdor de las hojas y las flores! ¡Es el despertar de la naturaleza entera a una nueva vida al recibir el toque milagroso de Dios! Todo esto tipifica la bendición de la Resurrección de Nuestro Salvador y SEÑOR Jesucristo. ¡Cuantas cosas maravillosas ocurrieron durante esos cuarenta días en que Él se presentó vivo delante de los suyos!

Se manifiesta a María Magdalena llorando junto al sepulcro para honrar Su cuerpo. Mientras ella hablaba con el ángel, escuchó un paso detrás de ella,"se dio la vuelta y vio a Jesús parado allí, aunque no sabía que era Él". Juan 20: 11-14 A cambio de su amorosa devoción, Jesús se le apareció primero en la mañana en que resucitó. Pero cuando lo vio, no lo reconoció, aunque su corazón clamaba por Él con intenso anhelo, porque sus ojos espirituales no habían sido abiertos por el Espíritu Santo, por lo tanto, no podía ver ni conocer a Cristo Vivo. Su mentalidad todavía estaba en las cosas de la tierra. Así sucede con nosotros: necesitamos a Cristo, y nuestros corazones están clamando por Él. Sin embargo, cuando viene a nosotros, no lo conocemos y, por lo tanto, no recibimos consuelo de Su presencia. Cuando estemos afligidos tengamos la mirada puesta en las cosas de arriba donde está Cristo resucitado a la Diestra de Dios, Col.3:1; si solo miramos las cosas de la tierra, nunca veremos las bellezas y glorias del rostro de Jesús, y nuestros corazones estarán en ansiosa inquietud, aunque Él está cerca de nosotros. -J.R. Miller

También se manifestó vivo a algunos de discípulos, después de toda una noche de trabajo, les preparó una comida sencilla en las playas del Mar de Galilea. Juan 21:12 Y salió al encuentro de dos de sus discípulos deprimidos que iban camino a Emaús en la tarde de aquel domingo y cuando les oyó decir: "Nosotros esperábamos que Él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido." Lucas 24:21, respondió todas sus dudas revelándose de manera personal. Y aquella revelación especial les hizo "testigos de estas cosas". Desde entonces tuvieron pruebas indudables que presentar. ¡Y cómo ardían sus corazones cuando ÉL les abría las Escrituras y les revelaba a Cristo vivo! Lucas 24:32 ¡Qué naturales y sencillas fueron sus manifestaciones! Eran los pasos silenciosos de la Omnipotencia. ¡Cuán hermosa es la gloria de Su presencia!

A través de todos los tiempos, santos han testificado de haberse hallado con profundo temor reverente, extasiados ante la presencia radiante del SEÑOR: Abraham en la noche, junto a su altar encendido; Moisés en el Sinaí; Isaías en el templo; Pedro Juan y Santiago en la transfiguración; Juan en la Isla de Patmos. Y nosotros también podemos conocer su resplandeciente presencia. "El Dios vivo está entre ustedes" Josué 3:10, "porque Él no es Dios de muertos, sino de vivos. Mat.22:32; pues si vivimos, para el SEÑOR vivimos, y si morimos, para el SEÑOR morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del SEÑOR somos." Rom.14:8. ¡He aquí yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo! Mateo 28:20

¡Clamemos con todo nuestro corazón para que sean abiertos nuestros ojos espirituales, para que el Dios Padre de gloria y nuestro SEÑOR Jesucristo nos dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de Él, y podamos entender cuál es la esperanza de Su llamamiento, y podamos ver las riquezas en gloria de nuestra herencia, y cuál la supereminente grandeza de Su poder, para con nosotros los que creemos, la cual operó en Cristo resucitándole de entre los muertos. Efesios 1:15-20 - LB. Cowman