MAYO 9

"No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de ustedes en la cárcel, para que sean probados, y tendrán tribulación....Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida." Apocalipsis 2:10
La persecución ha acompañado la historia de la iglesia del SEÑOR en todas las
épocas, pero ella viene y va como el movimiento de las olas del mar. Y en la
actualidad el índice de persecución mundial a los cristianos ha aumentado según
"Open Doors", en español "Puertas Abiertas". Por lo menos,
245 millones de cristianos en todo el mundo sufren de persecución "fuerte"
hasta "extrema". Esto significa que uno de cada nueve cristianos sufre
discriminación y persecución por causa de su fe.
Nos advierte el SEÑOR por medio del Apóstol Juan: "No temas en nada lo que
vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel,
para que seáis probados, y tendréis tribulación." Miremos como el
SEÑOR no esconde a los suyos, el costo que puede llegar a tener el seguirle y
servirle, en un mundo bajo la influencia de Satanás. La persecución, el
sufrimiento y la opresión son temas ignorados, ya que vivimos en una sociedad
que tiene como único objetivo evitar el sufrimiento en todos sus niveles, y es
más difícil aún tenerlos presentes, cuando hay muchos predicadores que
presentan un mensaje triunfalista que niega el sufrimiento y la persecución del
pueblo de Dios, porque solo están enfocados en hablar de prosperidad, fama y
éxitos.
En contraste, notemos cómo la iglesia en Hechos oró cuando los apóstoles se
vieron bajo presión a causa de la persecución. No pidió para que mejorase
la situación, sino por valentía para seguir testificando: "Ahora,
SEÑOR, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos que anuncien tu mensaje
sin miedo. Muestra tu poder sanando a los enfermos y haciendo señales y
milagros en el nombre de tu santo siervo Jesús.» Cuando acabaron de orar, el lugar
donde estaban reunidos tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y
anunciaban abiertamente el mensaje de Dios. Hechos 4:29-31
Una cristiana perseguida, de 22 años
de edad de la India, dijo al respecto: "No tengan miedo de la persecución. Es
parte de la vida cristiana, y es un privilegio." Esta declaración
coincide con la de Pedro y Juan cuando fueron perseguidos por causa Cristo:
"Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido
tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre de Jesús". Hechos
5:41 Y esto es algo que no solo es contrario a nuestra naturaleza humana, sino
también a nuestra actual actitud hacia la persecución..
Sin embargo, el rechazo al sufrimiento que caracteriza estos tiempos nos
hace reacios a padecer a causa del evangelio, pasando por alto las muchas
promesas dadas a quienes sufren por amor a Jesucristo. »Bienaventurados
serán cuando los insulten y persigan, y digan toda clase de mal contra ustedes
falsamente, por causa de Mí. Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de
ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que
fueron antes que ustedes. Mateo 5:11-12. Romanos 8 nos resulta bien conocido a
causa de que allí dice que "nada ni nadie nos podrá separar del amor de
Cristo". Pero al leerlo, con facilidad pasamos por alto que el capítulo entero
está relacionado con la tribulación sufrida por la causa de Cristo. Incluso en
el versículo 36, Pablo se compara a sí mismo y a nosotros con ovejas que
caminan hacia el matadero. Mientras seamos comparados con ovejas tiernas y
felices, no tendremos nada en su contra, pero no nos place la comparación
cuando se trata de ovejas que caminan hacia la muerte.
"No temas en nada lo que vas a padecer....Sé fiel hasta la muerte, y yo te
daré la corona de la vida." Apoc. 2:10 El SEÑOR siempre está en el control
de todo lo que nos pueda ocurrir. Satanás no puede hacer lo que quiera con los
creyentes. Por ejemplo, tuvo que pedir permiso al SEÑOR para poder tentar a
Pedro: "Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido
para zarandearos como a trigo" (Lc 22:31); lo mismo ocurrió en el caso de
Job: "Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su
vida" (Job 2:6); y volvemos a ver lo mismo en las palabras de Dios a
Abraham: "Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia
morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos
años. Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto
saldrán con gran riqueza" (Gn 15:13-14).¿En qué consiste ser fiel hasta la muerte? En el contexto de esta carta hemos
de pensar necesariamente que tenía que ver con sufrir el martirio por causa de
la fe, pero no debemos limitarlo exclusivamente a eso, sino que debemos pensar
también en la fidelidad al Señor en toda nuestra manera de vivir hasta el día
en que él decida llevarnos de este mundo a su gloria eterna.El premio que el
Señor les daría sería la "vida", que aunque en primer lugar se
refiere a la vida eterna, también implica un premio o recompensa especial en la
vida eterna. Leemos en el libro de Hebreos 11:36-37 como por la fe los
creyentes permanecieron firmes pese a la persecución: "Otros fueron
torturados.... Otros experimentaron insultos y azotes, y hasta cadenas y
prisiones. Fueron apedreados, aserrados, muertos a espada. Anduvieron de aquí
para allá cubiertos con pieles de ovejas y de cabras; destituidos, afligidos,
maltratados." "Pero de la misma manera que Jesús venció al
morir, los creyentes también vencen a este mundo siendo fieles hasta la muerte.
Las pruebas ponen al descubierto si nuestra fe es genuina: Para que la
prueba[a] de la fe de ustedes, más preciosa que el oro que perece, aunque
probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la
revelación de Jesucristo; 1 Pedro 1:7 Pedro anima a los creyentes a perseverar
y mantenerse firmes bajo la opresión del exterior. Dios permite que los
creyentes pasemos por persecución, tribulación y sufrimiento, porque así como
los metales se prueban en el fuego, y de ese modo son librados de la escoria,
de igual manera nuestra fe debe ser probada. El SEÑOR utiliza el sufrimiento y
la opresión para purificar y transformar a sus hijos. Él nos está preparando
para el cielo, y allí no hay ninguna cosa que no sea genuina y pura.La persecución y el sufrimiento tienen su peculiar manera de recordarnos cuáles
son las cosas realmente importantes, al forzarnos a depender radicalmente del
SEÑOR y purificando así nuestra obediencia a Su voluntad. Los falsos
creyentes no permanecen al enfrentar la persecución, en cambio, para el
verdadero cristiano, la persecución o el sufrimiento fortalecen y refinan su
fe. Y después de esto, una vez que se ha comprobado que nuestra fe es genuina,
entonces Dios nos dará la corona de la vida. Aunque al considerar todo esto
nunca debemos olvidar que para que el SEÑOR nos pudiera dar esta "corona
de la vida", él tuvo que llevar una corona de espinas y morir por nosotros
en la cruz.
Por último recordemos orar por los perseguidos: No debemos olvidar a los
hermanos que sufren persecución: "Acuérdense de los presos, como si también
ustedes estuvieran presos con ellos. Piensen en los que han sido maltratados,
ya que ustedes también pueden pasar por lo mismo." Hebreos 13:3 Estamos tan
centrados en nuestros propios problemas y dolencias que nos olvidamos de orar
por la iglesia perseguida en el mundo. Vemos esto como algo lejano, casos
aislados que no nos pueden tocar a nosotros, pero la realidad es que la
persecución a la iglesia viene en aumento a nivel mundial y cada vez se cierra
más el círculo. Pidamos al SEÑOR fortaleza por los que sufren por Su causa y
son perseguidos, y tengamos presente Sus palabras de advertencia: "No
temas en nada lo que vas a padecer....Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la
corona de la vida." (Tomado de LLamada de Medianoche y Luis de Miguel)