OCTUBRE  8

13.10.2021

Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle, hallaron allí un pozo de aguas vivas. Génesis 26:19

Hay una gran tendencia entre los cristianos de hoy a magnificar lugares y escenas especiales que han sido asociados con tiempos de bendición; y obtener de ellos un suministro que almacenan para su mantenimiento en los días posteriores. Pero muchos de estos, y de otros, corren el peligro de olvidar que en lugar de hacer una peregrinación anual al pozo, podrían establecer su morada junto a él y vivir allí.

El agua de ese pozo habla de la vida de Dios, que está en Jesucristo nuestro Señor, y está guardada para nosotros en las profundidades insondables de la Palabra de Dios. El pozo es profundo; Sin embargo, ¿puede el balde de la fe alcanzar su precioso contenido y llevarlo al labio sediento y al corazón anhelante?

Una de las mayores bendiciones que puede recibir el alma es adquirir el hábito de cavar pozos en la profundidad que está debajo y sacar agua para sí misma. Tenemos demasiada costumbre de beber agua que otros han sacado; y muy poco de excavar y sacar el agua viva de la Palabra por nosotros mismos, esforzándonos cada día por buscar al SEÑOR y pidiendo la iluminación de Su Santo Espíritu.

Tengo una convicción cada vez mayor de que si los cristianos no intentan leer tantos capítulos de la Biblia a diario, sino que estudian un capítulo o los versículos que leen con más atención, recurriendo a las referencias paralelas, leyendo el contexto, comparando las Escrituras con las Escrituras, esforzándose por obtener pensamientos más completos de la mente de Dios con la ayuda del Espíritu Santo, habría una mayor riqueza en su experiencia; más frescura en su interés por las Escrituras; menos dependencia de hombres y medios; y un disfrute más real de la Palabra del Dios vivo. Y una comprensión práctica de lo que Jesús quiso decir cuando dijo: - "El agua que yo le daré será en él un pozo de agua que brotará para vida eterna".

Oh, creyente abre tu corazón a la enseñanza del Espíritu Santo. Descansa seguro y en paz con nada menos que un conocimiento profundo y amoroso de la Biblia. Pide que dentro de ti pueda haber una repetición del antiguo milagro, cuando Israel cantaba este cántico: "Salta, oh pozo; cantadle" Números 21:17. Y podrás regocíjarte en todas las cosas buenas que el SEÑOR tu Dios te da por medio de Su Palabra, que es como un campo sembrado de plantas de muchas especies llenas de frutos, déjate consolar por su sombra y aliméntate de sus frutos.

No temas el futuro; pero confía en el gran amor de Dios. Vive junto al pozo y refugiarte bajo el pacto de la Salvación que Cristo da. Por tanto, si se acerca la prueba, podrás afrontarla mejor con un corazón tranquilo y fuerte. Entonces "en el desierto brotarán aguas, y arroyos en el desierto; la tierra reseca se convertirá en estanque, y la tierra sedienta en manantiales de aguas." Isaías 35: 6-7. - F.B.Meyer