NOVIEMBRE 8

06.03.2023

"Y Jacob le puso a aquel lugar el nombre de Peniel, porque dijo: "He visto a Dios cara a cara, y ha sido preservada mi vida". Génesis 32:30

Estas palabras fueron pronunciadas por Jacob que significa suplantador, después de haberse convertido en Israel, Príncipe con Dios, esto es, en un verdadero guerrero de oración. "¿Cómo te llamas?", le preguntó el hombre. "Jacob", le respondió él. Y el hombre dijo: "Tu nombre ya no será Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has prevalecido". GEN. 32:27-28 El ángel que luchó no pudo haber sido otro que el Hijo del hombre, Jesús, quien también es el ángel de la alianza y el hijo de Dios, puso una marca de honor duradera sobre él, al cambiar su nombre.

De modo que, Jacob teniendo poder con Dios, también tuvo poder con los hombres; Jacob temía a la amenaza mortal de su hermano Esaú, pero él sólo pidió ser bendecido por Dios y su vida fue guardada. Así Jacob prevaleció. Y le dió un nuevo nombre al lugar. Lo llamó Peniel, el rostro de Dios, porque allí había visto la aparición de Dios y había obtenido el favor de Dios.
"He visto a Dios cara a cara, y mi vida ha sido guardada". Estas palabras expresan lo que la oración significaba para él. También nos muestran lo que cada hijo, por la gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo, puede experimentar cada día.Y nadie puede ver a Dios más allá de lo que Él mismo ha decidido presentar o mostrar. Nadie alcanza la santidad de Dios para estar delante de Su presencia, a no ser por la sangre derramada de Cristo. Dios hará resplandecer su rostro sobre nosotros; lo veremos cara a cara, y seremos librados. El sol salió sobre Jacob: También es la salida del sol con esa alma, que ha estado en comunión con Dios.
Cuán a menudo los cristianos se quejan de que tienen tan poca experiencia de lo que significa encontrarse con Dios en oración y sentir la luz de su rostro sobre ellos. Han hecho lo mejor que han podido, pero parece inútil. Los pensamientos de la cámara interior traen un sentimiento de autorreproche y vergüenza; y, sin embargo, se sienten bastante incapaces de superar esta desilusión.

Querido creyente, te traigo el mensaje de que tu Padre que está en los cielos no sólo está dispuesto, sino que está muy deseoso de que la luz de Su rostro repose sobre ti. Si puedes averiguar cuál es la razón por la que no puedes abrirte paso en tus oraciones para que puedas ver a Dios cara a cara, entonces sabrás qué necesitas hacer de tu cámara interior, de tu corazón un verdadero Peniel. Sólo allí te darás cuenta de lo que es encontrarte con Dios, ver su rostro y sentir cuán cierto y bendito es que su amor se posa sobre ti.

Comience con la oración: "Haznos volver, oh Señor Dios de los ejércitos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos" (Salmo 80:19), y medita en las palabras. Cree firmemente que podrás conocer el poder y la verdad de este texto, pues sólo entonces podrás decir con Jacob: "He visto a Dios cara a cara, y mi vida ha sido preservada". Recuerda cómo Jacob llegó a este punto. Había aprendido a decir: "No te dejaré ir, a menos que me bendigas". Es necesaria la oración perseverante para llevar al alma a la firme convicción de que Dios se dará a conocer realmente.- Andrew Murray"La oración ferviente y perseverante es la oración efectiva. Nos enseña nuestro Salvador, cuán importante es por la parábola de la viuda importuna (Luc.18:1), a ser constantes en la oración y a vencer todos los desalientos. La mujer de Canaán no se desanimó, ni con el silencio del SEÑOR ni su aparente negativa. Por Su gracia, los corazones de Sus hijos se aferran a Él como Jacob, y permanecen firmes, incluso cuando las muchas aguas de aflicción los recorren, aún así la semilla de Dios permanece en ellos. Y Él mismo es el autor de esta constancia, y por eso es tan agradable a sus ojos; porque se complace en todas Sus obras". —Bush