ABRIL 8

13.04.2021

Abres tu mano, y colmas de bendición a todo ser viviente. Salmo 145:16

¡En qué variedad de formas son provistas nuestras necesidades! La tierra es fructífera; el aire está lleno de vida; las nubes se vacían sobre la tierra; el sol derrama sus rayos benévolos; pero la operación de todas estas causas secundarias es sólo la de ¡abrir su mano! Es más, ¿miramos nosotros los instrumentos o agentes también como medios? Se nos abren avenidas para nuestra subsistencia futura; se forman conexiones que resultan ser fuentes debienestar; los amigos son amables en tiempos de apuro; nos llegan provisiones de puntos que no habíamos esperado. ¿Qué son estas cosas sino que su mano se abre? Si Su mano estuviera cerrada, ¿qué sería de este mundo?

Pregunta a las innumerables plantas y animales; ¿no van a testificar de la acción de la gran Fuente de vida? Sí, de cada una de ellas, de cada departamento de la naturaleza viene la misma repuesta; por todas partes oímos tu nombre, ¡Oh Dios!, por todas partes vemos tu amor.

Confía en que Dios hará por ti mucho más de lo que puedes comprender. Cuando esperamos que Dios acuda en nuestra ayuda, fácilmente caemos en la tentación de tratar de descubrir qué materiales tiene a la mano para socorrernos. Es tan humano buscar y anhelar ver algo que puede ayudar para que el SEÑOR nos provea la ayuda necesaria. En los momentos de desesperación, si descubrimos una pequeña cosa con la que Dios puede comenzar, nos sentimos muy satisfechos.

Si necesitamos dinero y no podemos dar con una persona, un amigo o una institución que pueda darlo, nos hace pensar que nuestra situación es muy negra. El panorama se presenta vacío, sin recursos para ayudarnos. ¿Cuál es la verdadera situación para los hijos de Dios? ¿No hay recursos? ¡Si los hay! ¡Miles de billones! ¿Dónde están? Arriba, abajo, alrededor tuyo. La tierra y el aire están llenos de riquezas no contadas.

Puestos los ojos en el SEÑOR. No es necesario que tengamos alguna ayuda a la vista, ni es necesario que Dios tenga algún socorro a la mano. Él no necesita nada para comenzar. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" Gén.1:1 ¿Con que los hizo? Con nada. Una tierra hermosa y satisfactoria hecha de la nada. Recuerda que nada se usó para hacerla. Dios extiende el cielo sobre el vacío; sobre la nada tiene suspendida la tierra. Job 26:7 Un Dios que puede hacer una tierra, un sol, una luna y las estrellas de la nada y hacerlo muy bien. Confía en ÉL y Él te verá salir libre, aun cuando haya tenido que hacer de la nada aquello con que te socorrió.

"Ven corazón mío ten calma, las nubes pueden acumularse, pero el SEÑOR las puede disipar. Como Dios no me fallará, mi fe no flaqueará; como Él no me abandonará yo le abandonaré. ¡Oh SEÑOR, concédenos una fe reposada! Duerme tranquilo, reposa el pensamiento perturbador, la angustia y la preocupación, quita de tí cual vestido. Echa tus cargas y tus cuidados en los brazos quietos de la oración. " C.H.S