NOVIEMBRE  7

28.11.2021

¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a los que fueron desobedientes? Vemos, pues, que no pudieron entrar a causa de su Incredulidad. Hebreos 3:18-19

La marca de la vida de Israel en el desierto, la causa de todos sus problemas allí, fue LA INCREDULIDAD. No creyeron que Dios los llevaría a la tierra prometida conforme lo había hablado. Y a la incredulidad le siguieron muchos pecados y fracasos: lujuria, idolatría, murmuraciones, amargura, rebelión... etc. Esa ha sido, quizás, tu vida, no crees que Dios cumplirá Su palabra. No crees que es posible una comunión ininterrumpida con Él y una asociación ilimitada. Por eso, te volviste desobediente, rebelde y no vives como un niño haciendo la voluntad de Dios, porque no crees que Dios puede darte la victoria sobre el pecado.¿Estás dispuesto ahora a dejar el desierto de incredulidad y pecado? A veces estás disfrutando de la comunión con Dios, y otras veces estás separado de Él; a veces tienes cercanía con Él, y otras veces te alejas mucho de Él; a veces tienes la voluntad de caminar de cerca con Él, pero a veces hay desgano y desánimo. Miren que no haya en ninguno de ustedes corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo. Heb. 3:12

¿Vas a entregarle toda tu vida ahora? Vas a acercarte a Él y decirle: "Dios mío, no quiero hacer nada que te desagrade; quiero que me guardes de toda mundanalidad, de todo deseo y placer propio; te quiero a ti, oh Dios, para ayudarme a vivir como Pedro después de Pentecostés, lleno del Espíritu Santo, y no como Pedro carnal ".

¿Estás dispuesto a renunciar a tus pecados, a caminar con Dios continuamente, a estar sometido completamente a Su voluntad y a no tener ninguna voluntad propia solo la de Él. Espero que lo estés, porque creo en una vida así; - quizás no en el sentido en el que entiendes la "perfección", total libertad de la maldad y toda inclinación a ella, porque mientras vivamos en la carne, la carne luchará contra el Espíritu y el Espíritu contra la carne; pero la perfección de la que habla la Biblia como la practicaron algunos de los siervos de Dios, de quienes se dice que "sirvieron al SEÑOR con un corazón perfecto".

¿ Y qué es esta perfección? Un estado en el que sus corazones estarán puestos en perfecta integridad sin ninguna reserva, y su voluntad estará totalmente subordinada a la de Dios.¿Estás dispuesto a vivir así, con todo tu corazón alejado del mundo y entregado solo a Dios? ¿Vas a decir: "No puedo renunciar a mi voluntad propia" El diablo te tienta a pensar que será demasiado difícil para ti. ¡Oh! Suplico a los hijos de Dios que miren la voluntad de Dios, tan llena de bendición, de santidad, de amor, de paz; y aún así no renunciarás a tu voluntad culpable por la bendita voluntad de Dios.

Un creyente puede lograrlo cuando le es revelado por el Espíritu, que Dios puede cambiar su propia voluntad por la de Él. Entonces puede decir adiós a su antigua voluntad. Así lo hizo con Pedro, su voluntad fue cambiada cuando salió y lloró amargamente arrepentido, y el Espíritu Santo llenó su alma el día de Pentecostés. Josué "siguió plenamente al SEÑOR su Dios". De hecho, falló ante el enemigo en Hai, porque confiaba demasiado en la fuerza humana, y no lo suficiente en Dios; y fracasó de la misma manera cuando hizo un pacto con los gabaonitas; pero aun así, su espíritu y poder difieren mucho de aquellos cuya incredulidad los llevó ante sus enemigos y los mantuvo en el desierto.

Estemos dispuestos a servir íntegramente al SEÑOR nuestro Dios, y " no busquemos satisfacer los deseos de la carne " Rom.13:14. Creamos en el amor y el poder de Dios para guardarnos día a día, y no pongamos "ninguna confianza en nosotros mismos ni en el hombre". Sí, muchos dirán: "¡Ah! ¡Qué daría yo por salir de la vida en el desierto! Pero no puedo creer que sea posible vivir en esta constante comunión con Dios. No conoces mis dificultades, preocupaciones y perplejidades; he salido por la mañana reforzado por la comunión con Dios en oración, pero la presión de los negocios y asuntos de mi vida antes de anochecer han expulsado de mi corazón todo ese calor de amor que tenía , y el mundo ha entrado y ha enfriado mi corazón".

Pero debemos recordar nuevamente qué fue lo que mantuvo a Israel fuera de Canaán( la tierra prometida, tierra de abundancia, de reposo). Cuando Caleb y Josué dijeron: "Podemos vencer al enemigo", los diez espías y los seiscientos mil respondieron: "No podemos hacerlo; son demasiado fuertes para nosotros". Ten cuidado de no repetir su pecado, y provocar a Dios como lo hicieron estos incrédulos. Di: "Es posible que Dios me lleve a la tierra del descanso y la paz que sobrepasa todo entendimiento; y lo creo porque Él lo ha dicho, y porque lo hará si confío en Él." Tu temperamento puede ser terrible; tu orgullo puede haberte atado cien veces; las tentaciones pueden "rodearte como abejas", pero hay victoria para ti si confías en las promesas de Dios.

Observando de nuevo a Pedro. Había fallado una y otra vez, y fue de mal en peor hasta que llegó a negar a Cristo con juramentos. ¡Pero qué cambio se produjo en él! Simplemente estudia la primera epístola de Pedro y verás que la vida misma de Cristo penetró en él. Muestra el espíritu de verdadera humildad, tan diferente de su anterior confianza en sí mismo; y se gloría en la voluntad de Dios en lugar de en su propia voluntad. Pedro se entregó por completo a Cristo y confió completamente en él. Ven, pues, hoy y dile al SEÑOR: "Así como cambiaste a Pedro, egoísta y orgulloso, y tú también puedes hacerlo con mi corazón". Sí, claro que Dios puede llevarte a Canaán, la tierra del reposo. Mira Romanos 8 las expresiones que se encuentran allí te hacen capaz de vivir en comunión perpetua con el Padre y con Su Hijo, Jesucristo. ¡Seguramente! Este, entonces, es el segundo paso; esta es la vida bendita que Dios nos ha dado. Primero, Dios nos sacó de Egipto(el mundo, la carne y el dominio de satanás); en segundo lugar, nos lleva a Canaán (al reino de Cristo, a la salvación, reposo y paz en el Espíritu constantes).

Oh, Dios quiere bendecirte de una manera más allá de lo que esperas. Desde el principio, oído no oyó, ni ojo vio, lo que Dios ha preparado para los que en él esperan. Dios ha preparado cosas sorprendentes, bendiciones mucho más maravillosas de lo que puedes imaginar, más poderosas de lo que puedas concebir.1Cor.2:9 Son bendiciones divinas. Oh, entonces toma la decisión diciendo: "Me entrego absolutamente a Dios, a Su voluntad, para hacer sólo lo que Él quiere". Es Dios mismo quien te capacita para llevar a cabo esta rendición total a Él. - Andrew Murray