JULIO 8

17.11.2023

"Bienaventurados los que guardan sus testimonios". Salmo 119:2

Sí, son doblemente felices aquellos que atesoran los testimonios del SEÑOR; lo cual implica que escudriñan las Escrituras, que llegan a comprenderlas, que las aman, que persisten en la práctica de las mismas. La Palabra de Dios es su testigo o testimonio de las grandes e importantes verdades que se refieren a Él y nuestra relación con Él; esto debemos desear conocer; al conocerlo, debemos creerlo; al creerlo, debemos amarlo; y al amarlo, debemos defenderlo contra todo el que ose atacarlo. No podemos luchar una buena batalla, ni terminar nuestro curso, a menos que guardemos la Fe. A este fin el SEÑOR ha de sostenernos; sólo aquellos que son guardados por el poder de Dios para salvación serán capaces de guardar Sus testimonios. Puedes errar; puedes cometer pecados; pero la intención de tu corazón debe ser que, habiendo amado al SEÑOR, guardarás Su palabra.

Para nosotros el versículo de nuestro interés, se resume en las palabras de nuestro Maestro, Jesús, que dijo: "Si me aman guardarán mis mandamientos" Juan 14:23 Observa todas mis palabras, y tendrás tus afectos y tu conducta regulados por el Espíritu del SEÑOR y Su doctrina. Escudriña las Escrituras y vive de la verdad que el SEÑOR ha hablado. Hazlo pues toda Palabra que sale de Su boca es verdadero alimento para tu alma. Mat.4:4 Guarda y valora las palabras de Cristo y busca estar tan familiarizado con ellas como para saber cuáles son Sus palabras. Toda palabra suya, registrada debe ser valorada más que un tesoro o que todo oro fino. Es una prueba bendita de que la gracia nos ha sido dada en abundancia, cuando aun la más pequeña de las palabras pronunciadas por Jesucristo es más preciosa para nosotros que todos los diamantes del mundo, y sentimos que sólo queremos saber lo que Él ha dicho, y amar todo lo que Él ha dicho. -C.Spurgeon

La sangre vital de nuestra fe reside en la parte práctica. La Palabra escrita no es solo una regla de conocimiento, sino una regla de obediencia para enmendar nuestra vista. Con la práctica comerciamos con el talento del conocimiento y lo convertimos en beneficios. Es una lectura bendita de las Escrituras, cuando huimos de los pecados que la Palabra prohíbe y abrazamos las doctrinas que la Palabra ordena. Leer sin práctica no será más que una antorcha para iluminar el camino a la condenación. T. Watson.

El que guarda sus testimonios, es aquel que desde el corazón abraza la Palabra de Dios y testifica por su vida que él realmente cree, según lo que el SEÑOR dijo: "Bienaventurados los que Oyen la palabra de Dios y la Guardan" Luc. 11:28. Así puesta en práctica la Palabra se vea reflejada en nuestro modo de actuar. "Por sus frutos los conocerán". Debemos ser No como los que escuchan en vano sino como los que guardan la Palabra. No basta con vernos reflejados en el espejo de la Palabra de Dios Sant.1:23; Muchos parecen pensar que la bienaventuranza es el resultado de asistir a las reuniones y convenciones que organiza la congregación, pero solo son oidores y no hacedores. "Pero pongan en práctica la palabra, y no se limiten sólo a oírla, pues se estarán engañando ustedes mismos" Sant.1:22. No; la verdadera bienaventuranza proviene de guardar y obedecer la Palabra de Dios. "Bienaventurados (felices) los que guardan sus testimonios". -FB Meyer

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Debemos guardar los mandamientos de Dios por la obediencia a ellos, y sus promesas de confianza en ellos. El ojo de Dios está en nosotros en todo momento; esto debería hacernos mucho cuidado de guardar sus mandamientos.

Philip Henry observo que el gran cambio que hay que hacer en el corazon y la vida es desde todas las cosas a la Palabra de Dios. La conversion nos hace acudir a la Palabra de Dios como una piedra de toque para examinarnos, nuestro estado, nuestros caminos, nuestro animo, doctrinas, adoracion, costumbres; como un espejo para vestirnos (Santiago 1). como nuestra regla para andar y trabajar en ella (Galatas 6:16); agua para lavarnos (Salmo 119:9); fuego para calentarnos (Lucas 24); alimento para nutrirnos (Job 23;12); la espada para defendernos (Efesios 6); un consejero en todas nuestras dudas (Salmo 119:24); un cordial, para confortarnos; nuestra herencia para enriquecernos.

La Palabra de Dios debe estar mas cerca de nosotros que nuestros amigos, hemos de quererla m·s que a nuestras vidas, nos ha de ser mas dulce que nuestra libertad, mas placentera que todas las comodidades de la tierra. J. Mason

Y para nosotros todo el versÌculo se resume en las palabras de un Maestro mayor, que dijo: "Si me aman guardarán mis mandamientos" Juan 14:23 Observa todas mis palabras, y tendrás tus afectos y tu conducta regulados por el Espíritu del SEÑOR y Su doctrina. Escudriña las Escrituras y vive de la verdad que el Señor ha hablado. Hazlo pues toda Palabra que sale de Su boca es verdadero alimento para tu alma. Guarda y valora las palabras de Cristo y busca estar tan familiarizado con ellas como para saber cuáles son sus palabras. Es una prueba bendita de que la gracia nos ha sido dada en abundancia, cuando aun la más pequeña de las palabras pronunciadas por Jesucristo es más preciosa para nosotros que todos los diamantes del mundo, y sentimos que sólo queremos saber lo que Él ha dicho, y amar todo lo que Él ha dicho.

Los discípulos camino a Emaús, si bien Cristo estaba hablando con ellos, no le conocieron; pero al ejecutar un acto de hospitalidad hacia Él, a saber, partir el pan con El, le conocieron, y fueron iluminados, no por oírle, sino porque cumplieron los preceptos de Dios. Todo el que quiera entender, pues, que primero se apresure a hacer lo que oye. Nathanael Hardy