JUNIO 6

"Porque Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, Ni sus caminos son Mis caminos", afirma el SEÑOR. Isaías 55:8
Si bien pensamos y somos de alguna manera semejantes a Dios porque, siendo seres inteligentes, tenemos pensamientos propios, nuestros pensamientos tienen que ser siempre débiles y fragmentarios comparados con Sus pensamientos. Si bien como agentes libres elegimos nuestros caminos, en algunos de los cuales nos movemos con grandes muestras de sabiduría, nuestros caminos están sobre la tierra, y no pueden encontrarse con los caminos del SEÑOR, que están muy por encima de nosotros. Esto es válido respecto a Sus procedimientos en la providencia. Los designios de Dios son vastos y trascendentes, y Sus métodos son frecuentemente extraños e inescrutables, aunque siempre son sabios.
Nosotros tenemos pequeños planes que se adaptan a nuestra limitada previsión y escaso poder, pero Sus caminos son inescrutables. Él extrae a menudo una luz sumamente brillante de tinieblas inusualmente densas, y hace que aflicciones extraordinarias engendren goces superiores. Él encausa en infinita sabiduría a las más furiosas tormentas para que vayan a dar a la costa llamada 'la perla de la paz.' Él es admirable tanto en consejo como en obras y siempre elige aquel camino en el que Su gloria será manifestada con mayor abundancia.
Nuestro camino, que por un
tiempo considerábamos como el mejor, al ser escrutado por un ojo iluminado,
pronto resulta estar tan por debajo del camino de Dios, para lograr el
propósito deseado, como la tierra está debajo de los cielos. En comparación con
Él, nuestra sabiduría es insensata y nuestra prudencia locura. La Providencia
es tan sublime que no la comprendemos. En ciertos momentos vemos su lado
brillante y adoramos y engrandecemos al SEÑOR. Con todo, nunca hemos conocido
ni la mitad de los beneficios ocultos que Él obra a favor nuestro. No nos
imaginamos ni siquiera la décima parte del bien que Él nos reserva. En otros
momentos hemos experimentado el lado oscuro de la providencia, y tal vez hasta
nos hayamos rebelado contra ella; y, con todo, en aquel preciso momento los propósitos
del SEÑOR han sido divinamente ricos para con nosotros, y la noche ha sido la
más selecta temporada de bendición. No tenemos alas de águilas con la cuales
remontarnos a las supremas alturas de los tratos del SEÑOR; caminamos en las
partes bajas y miramos asombrados a lo alto, así como los hombres contemplan a
las estrellas; estamos seguros de estar a salvo bajo el sublime poder que todo
lo cubre, pero tenemos igual certeza de que la experiencia más prolongada y el
pensamiento más profundo nunca medirán la altura de los pensamientos y de los
caminos del Eterno.
Estas palabras: "Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos," son igualmente válidas respecto a las cosas de la gracia, pues en ellas el SEÑOR de amor ha rebasado por completo nuestros pensamientos. ¿Pudo haber soñado el hombre que era un objeto del amor eterno y que Dios asumiría su naturaleza? ¿Habríamos podido imaginar que el Todopoderoso entregaría a Su Hijo unigénito a la muerte por el hombre culpable? La expiación es un pensamiento que nunca habría cruzado la mente del hombre si no le hubiera sido revelado primero por el grandioso Padre. El procedimiento divino de levantar del polvo al pobre y del muladar al necesitado, por Su gracia abundante, libre y omnipotente, no es del hombre ni es por el hombre. El pensamiento del SEÑOR de escoger lo vil del mundo, y lo que no es, para deshacer lo que es, Sus pensamientos de soberanía y Sus pensamientos de gracia, todos ellos consistentes con Sus pensamientos de justicia, están muy por encima de la invención humana, y fuera del rango del pensamiento del hombre. Aun cuando el Señor nos explica Sus pensamientos y Sus caminos, y los pone al nivel de nuestra comprensión en la medida de lo posible, con todo, no podemos dejar de sorprendernos de su elevación y de su grandeza- "¡Grandioso Dios de maravillas! Todos Tus caminos son incomparables, son como Dios, y son divinos." No quedamos sumidos con frecuencia en un mudo asombro al descubrir alguna nueva bendición del pacto hasta entonces desconocida para nosotros. A semejanza de un minero que extrae otra pepita de oro de la mina y se queda envuelto en un pasmado deleite, así han sido mezclados en el corazón la fe con el asombro. Ante la admiración y sorpresa clamamos: "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!" Rom.11:33
El Infinito, el Eterno Dios, no ha de ser juzgado por el juicio del hombre. No han de ser ridiculizados Sus pensamientos porque son contrarios a la filosofía reinante que probablemente no es más verdadera que las muchas otras formas de ignorancia humana que han venido y se han ido a través de los siglos pasados. El sueño presente de la sabiduría mortal se derretirá como niebla delante del sol de la verdad del Evangelio. ¿Acaso el grandioso sistema de la salvación y de la providencia de Dios ha de ser emplazado por el tribunal de los científicos que no pueden hacer otra cosa que decaer a la manera de sus predecesores? Hemos de aborrecer la presunción del escepticismo, y hemos de ser lo suficientemente sabios para reconocer nuestra necedad; hemos de ser lo suficientemente racionales para aceptar que Dios debe ser obedecido, y no cuestionado, y que Su revelación debe ser creída, y no criticada. Aunque pensemos torcidamente, los pensamientos de Dios son rectos; aunque pensemos servilmente, Dios piensa sublimemente; aunque pensemos en una escala finita y errónea, Dios piensa infinita e infaliblemente; y nos corresponde corregir continuamente nuestros pensamientos según la Palabra infalible, para que nuestras mentes sean guardadas en armonía con las seguras expresiones del Espíritu Santo. "Porque Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, Ni sus caminos son Mis caminos", afirma el SEÑOR.
Una admiración muy grande será una parte importante de nuestro gozo en el cielo. Cantaremos con asombro y sorpresa Su misericordia en los cielos. Las huestes victoriosas, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios, cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: "Grandes y maravillosas son tus obras, SEÑOR Dios Todopoderoso" Apoc.15:3. Incluso en el cielo los pensamientos de Dios serán más altos que nuestros más sublimes pensamientos, y aún allí en lo alto, Sus caminos estarán por encima de nuestros más celestiales caminos. ¡Cuán enaltecido es el SEÑOR! ¡Su gloria está por sobre la tierra y los cielos! ¡Cuán tiernamente nos subyuga con el esplendor de Su bondad! Él es tranquilizador cuando podría confundirnos. ¿Quién como Tú, oh SEÑOR, en gracia y amor? ¿Quién como Tú, oh SEÑOR, entre los dioses? Éxodo 15:11 El entendimiento tambalea si intenta ascender a Ti. La imaginación, a la cual Tú le has dado una facultad muy creativa, no puede engendrar un pensamiento de igual altura a Tus pensamientos, ni concebir un camino que pudiera soportar una comparación con Tus caminos. ¡Qué otra cosa mejor podemos hacer, grandioso Dios, que inclinar nuestras cabezas y adorar reverentemente! -C.Spurgeon