MAYO 5

02.05.2021

Toda la noche el SEÑOR envió sobre el mar un recio viento del este que lo hizo retroceder, convirtiéndolo en tierra seca....Éxodo 14:21

En este versículo hay un mensaje alentador que muestra cómo Dios obra en la oscuridad. Cuando los hijos de Dios se hallan en el mayor apuro y en las más grandes dificultades, tienen el privilegio de ver las más preciosas manifestaciones del carácter de la actividad de Dios; y por esta razón, Él les coloca frecuentemente en la prueba para manifestarse con tanta mayor potencia. El verdadero trabajo de Dios para con los hijos de Israel no fué cuando despertaron y vieron que podían atravesar el Mar Rojo, sino que fue "toda aquella noche."

Así puede haber una gran dificultad en tu vida cuando todo parece negro y tú no puedes ver, pero no obstante Dios está obrando. Tan ciertamente como obró "toda aquella noche" y todo el día siguiente. El próximo día manifestó simplemente lo que Dios había hecho durante la noche.

¿Ha estado alguno de los que están leyendo estas líneas en un lugar oscuro? Puedes creer que ves, pero no es así. En tu vida progresiva no hay una victoria constante; diaria y tranquila comunión te falta, y todo parece negro. "Toda la noche el SEÑOR hizo retroceder el mar." No olvides que fué "toda aquella noche." Dios obra toda la noche, hasta que el día llega. Tú no puedes verlo, pero toda aquella "noche" en tu vida, como tú crees a Dios, Él obra.

El Señor no nos ofrece la perspectiva de un camino exento de pruebas y tribulaciones; muy al contrario de esto, nos dice claramente que hallaremos las unas y las otras; pero promete estar con nosotros siempre en medio de todo, y esto vale infinitamente más que vernos libres de todo peligro. Es mucho mejor gozar de la presencia de Dios en la prueba, que ser librado de ella sin hacer esta preciosa experiencia. Sentir que el corazón de Dios simpatiza con nosotros, es mucho más dulce que sentir el poder de Su mano por nosotros.

La presencia del Maestro entre sus siervos fieles, mientras estaban en el horno de fuego, fue mucho mejor que lo habría sido la manifestación de su potencia para preservarles de él. (Daniel 3). Con frecuencia quisiéramos que se nos concediera avanzar sin pruebas, pero perderíamos mucho en ello. La presencia del SEÑOR nunca es tan dulce como en los momentos de mayor dificultad. -C.H,P.

¡Oh Cristo! Tu ayuda yo quiero tener;

En todas las luchas que agitan mi ser

Tan sólo Tú puedes la vida salvar,

Tú sólo la fuerza le puedes prestar.

¡Oh Cristo! ya quiero tus huellas seguir

y gracia constante de Tí recibir;

Hallar en mis noches contigo la luz,

y alivio a mis penas al pie de Tu Cruz.

-A. G. Gordon,