MARZO 5

Él dijo: "Nunca te dejaré, ni te desampararé". Hebreos 13:5
Estas palabras han sido un bastón en la mano de los creyentes a lo largo de todas las edades; y lo serán para ti, si te apoyas en ellas. El SEÑOR dijo esto varias veces en las Escrituras; a Abraham, a Jacob, a Salomón: "Esfuérzate y sé valiente, y hazlo; no temas, ni desmayes, porque el SEÑOR Dios, estará contigo; no te dejará, ni te desamparará...."1 Cron. 28:20. Que bendito principio saca a relucir esto: Lo que Dios le dice a un creyente, te lo dice a ti y a mi. Esta promesa fue dada también a Josué y es para todos los creyentes hasta el fin del mundo: "¡Nunca te dejaré, ni te desampararé!" Josué 1:5
¡Las promesas en el Antiguo Testamento son para todos los creyentes! Hay dos razones por las que esta es una verdad maravillosa. La primera porque Dios es el mismo siempre: "Yo soy el SEÑOR; no cambio" Malaquías 3:6. ¡Oh! la inmutabilidad de Dios lo explica: "Yo soy el SEÑOR; ¡No cambio! Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Hebreos 13:8 Y la otra razón por la cual esta promesa de la Escritura pertenece a los creyentes ahora; es que todos los creyentes son un solo cuerpo, y por lo tanto lo que pertenece a uno, pertenece a todos. Todos los creyentes son ramas de una Vid; y por tanto, si Dios dice a una rama: "Nunca te dejaré, ni te desampararé", ¡Lo dice a todos!. Y por lo tanto, todas las promesas dadas a Abraham, Jacob, Salomón y Josué son también dadas a ti y a mí. Y esto hace que la Biblia no sea un libro escrito para uno en especial, sino un libro escrito para ti y para mi, una carta del SEÑOR, y dirigida a ti y a mí; y por eso cada palabra de amor y ternura divina que Él ha escrito en este libro me pertenece.
Él ha dicho: "Nunca te dejaré, ni te desampararé". Es bastante evidente que este no es un lenguaje humano. Los seres vivos nos dejarán. Notemos, entonces, de quién viene esta palabra: ÉL DIJO: "Nunca te dejaré, ni te desampararé". Se refiere a "Emanuel", que significa "Dios con nosotros". Jesucristo dijo a sus discípulos: "He aquí, yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo" Mateo 28:20. Esta es la misma promesa. Cuando el SEÑOR Jesús venga a ti y te cubra con su manto y te diga: "No temas" nunca abandonará esa alma. Una madre puede abandonar: "¿Acaso se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para no tener compasión del hijo de su vientre? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré." Isaías 49:15. Observen, que una vez que el Señor Jesús viene a un pecador para ser su justicia, nunca lo dejará: "Yo estaré con ustedes todos los días". ¡Vaya! Esto es lo que hace de Él un amigo más unido que un hermano.
Él nunca nos dejará, porque Su amor es amor eterno, es inmutable, no cambia. No es como el amor de las criaturas que cambia. Él ha muerto y ha soportado todo por esa alma que ama. ¿Alguna vez dejará un alma por la que ha muerto? No. Jesús hablando de Su Espíritu Santo dijo: "Yo rogaré al Padre, y les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre" Juan 14:16. Es lo mismo que estas palabras: "Nunca te dejaré, ni te desampararé". Cuando el Espíritu Santo, viene a un alma, nunca la dejará. A algunos que dudan pueden decir: "Creo que el Espíritu se alejará de mí". Pero, Él dice: "Nunca te dejaré, ni te desampararé." David clamó con amargura de alma: "No quites de mí tu Santo Espíritu" Salmo 51:11. Aquí está la respuesta: "Nunca te dejaré, ni te desampararé". Dios nunca abandonará el templo en el que mora. Abandonó el tabernáculo en el desierto, y abandonó el templo de Jerusalén; pero nunca abandonará el templo viviente.
"Mi carne y mi corazón desfallecen; pero Dios es la fortaleza de mi corazón, y mi porción para siempre" Salmo 73: 26. ¡Ah! que dulce es esta palabra para una pobre alma que se lamenta por su vida hecha pedazos. Es dulce esta palabra para aquellos de ustedes que han sido desprovistos de sus bienes: "Nunca te dejaré ni te desampararé". Esta puede ser una palabra dulce para aquellos que están de luto. ¡Oh! no conozco una lección en el mundo que sea más difícil de aprender que esta. Fue Dios quien me dio las criaturas; y, ahora que me las ha quitado. Que difícil es aceptar con toda resignación como Job cuando perdió a sus hijos y decir: El SEÑOR dio el SEÑOR quito, bendito sea el nombre del SEÑOR. Job 1:21 Los duelos vienen de repente, vienen como un torbellino; entonces, recuerda que el SEÑOR dice: "Nunca te dejaré, ni te desampararé".
¡Oh creyente! Esta es tu porción. "Dios es la fortaleza de mi corazón, y mi porción para siempre" Puedes mirar a un Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, de pie sobre los pedazos rotos de tu vida, y decir: "Nunca me dejarás ni me desampararás". Esto es felicidad. Esta es la porción que escogió María, la buena parte que nunca le será quitada." Lucas 10:42. ¡Ay, pobres almas que han elegido el mundo como su porción, escogieron la porción que les será quitada! ¡Ay! Tu cristiano sé más sabio.
"Nunca te dejaré, ni te desampararé". En el tiempo de culpa. Cuando has dejado al SEÑOR por amar el pecado y las cosas del mundo. Oh en esa hora oscura, cuando la culpa está en la conciencia, y cuando sentimos que el ceño fruncido de Dios nos mira desde el cielo. Oh, en tal hora recuerda; tu Dios redentor clama: "Vuelvan a Mí y Yo volveré a ustedes" Mal.3:7 "Nunca te dejaré ni te desampararé". ¡Oh, hay un engaño en el pecado! Cuando Satanás te tiene cautivo, trata de hacerte creer que Dios te ha abandonado.
Ten presente que la palabra "Nunca" llega hasta la muerte, llega hasta el tribunal del cielo, allí puedes reclamar esta palabra : "Nunca te dejaré, ni te desampararé". Y cuando haya pasado el juicio, estas palabras serán el consuelo eterno de todos los que aquí están y han creído: "Nunca te dejaré, ni te desampararé". Sólo la eternidad desplegará las riquezas de su promesa. Jesucristo, quien murió por nosotros será nuestro amigo eterno; y el que nos santifica, morará para siempre en nosotros; y entonces Dios, que nos amó, estará siempre con nosotros. Entonces entraremos en el significado de su promesa: "Nunca te dejaré, ni te desampararé." ¡Amen! - Robert M. M'Cheyne