DICIEMBRE  5

24.12.2021

"Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques. Irán de poder en poder; hasta llegar a verte, oh Dios, en Sión. ". Salmo 84: 5-7

Vemos la imagen de las tribus que prosiguen su viaje hacia las grandes fiestas de Jerusalén. No se fatigan ni se cansan. La fuerza necesaria es proporcionada. Se mantienen en el viaje. Hay que atravesar un valle de tristeza, pero en él encuentran refresco. El agua no falla. Los pozos han sido rellenados por las lluvias estacionales. Sus miembros cada día están ceñidos con nueva fuerza. Por fin, cada israelita piadoso pisa con seguridad el santuario por el que su corazón había anhelado. Esta es una imagen de los creyentes que se afanan en el camino de la vida. El camino a veces es largo; hay que atravesar valles oscuros ; pero los arroyos dulces están siempre cerca. Se mantiene el vigor necesario. Seguramente se alcanza la Sión celestial. ¡Ningún peregrino ha perecido en el camino! .- Henry Law

"Bienaventurado el hombre que tiene en Ti sus fuerzas". David nuevamente nos informa que el propósito por el cual deseaba la libertad de acceso al santuario era no solo satisfacer sus sentidos, sino avanzar en la fe. Apoyarse con todo el corazón sobre Dios es no alcanzar ningún grado ordinario de avance: y esto no puede ser alcanzado por nadie, a menos que todo su orgullo esté postrado en el polvo y su corazón verdaderamente humillado. Al proponerse a sí mismo esta forma de buscar a Dios, el objetivo de David es pedir al SEÑOR a través de la oración, las fuerzas que necesita para seguir adelante. El corazón en estado natural es un desierto sin caminos, lleno de precipicios y barrancos. Cuando el corazón es renovado por la gracia, se hace un camino y se prepara una senda para nuestro Dios. "Preparen al SEÑOR un camino en el desierto, tracen para nuestro Dios una calzada recta en la región estéril." - Frederik Fysh

"Atravesando el valle de lágrimas." La seguridad de la compasión se expresa muy dulcemente. Ningún creyente se siente desmayar en la hora de la prueba. Sus pies pueden viajar por el camino de la aflicción. Él puede ser llamado a acostarse en el duro lecho del dolor. Los problemas pueden rodar sobre él como una ola tras otra. Puede estar rodeado de problemas en casi cada paso. Pero con todo esto, puedo volar hacia Jesús como mi Amigo que nunca falla, y Él puede darme todo lo que necesito. ¡Un Salvador generoso y un pecador necesitado se adaptan mutuamente! Pero el ojo del amor siempre lo observa, el corazón del amor siempre palpita con simpatía por él, el oído del amor siempre escucha su llanto, la mano de amor se extenderá a su debido tiempo para ayudarlo. El creyente que sufre cantará con David: "Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques. Irán de poder en poder; hasta llegar a verte, oh Dios, en Sión."

El SEÑOR ve mi dolor, es el dulce consuelo del verdadero creyente. Él conoce el camino que debo seguir, hará que ese camino accidentado parezca suave. Si los peligros y la angustia sacuden el corazón de tal manera que las lágrimas abundantes dan evidencia de sufrimiento, estas lágrimas están marcadas en lo alto, y la tierna compasión las enjugará todas. Aún no ha llegado el día en que no habrá más lágrimas. Pero siempre está presente el día en que despiertan compasión en el pecho del Redentor. ¡El SEÑOR, quien lloró en la tierra pronto enjugará todas las lágrimas! "Y enjugará Dios toda lágrima de sus ojos". Apocalipsis 21:4

"Lo cambian en fuentes cuando la lluvia llena los estanques." Lo que parecía un impedimento se vuelve un estímulo y ayuda; en último término, no hay desgracia tan grande, ni situación tan desolada, de la que un corazón piadoso no pueda hacer una fuente o un pozo del que sacar agua consoladora; o bien agua para limpiar y abrir camino para el arrepentimiento, o agua para refrescar y hacer camino hacia la paciencia, o agua para humedecer y abrir paso a un crecimiento en la gracia; y si el pozo está seco y no produce agua desde abajo, la lluvia llenará los hoyos y les suplirá agua desde arriba. - Richard Baker

"Verán a Dios en Sión." Así será con cada uno de los verdaderos peregrinos espirituales. La gracia de Dios siempre se verá que es suficiente para preservarlos seguros e inmaculados hasta su reino celestial y de gloria: las tribulaciones no los abatirán, las tentaciones no les vencerán, los enemigos espirituales no les destruirán. Son guardados por el poder de Dios, por medio de la fe para salvación, que ha de ser revelada al final de los tiempos. - William Mckelvie