ABRIL 5

13.04.2021

EL CAMINO A EMAÚS Lucas 24:13-36

«Y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado.» Lucas 24:13-14

Iban por la tarde hacia la aldea de Emaús, dos discípulos comentando lo sucedido en aquellos días. «Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos;» Lucas 24:15 Cuando hablaban de Él, Jesús se acercó, para inculcar en ellos la fe de la resurrección y para cumplir lo que había ofrecido, de que «cuando estén congregados en mi nombre dos o tres, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18,20).

Y ellos se detuvieron, con semblante triste. Lucas 24:17 Esta tristeza era indicio de su amor por el Maestro; porque le amaban de verdad, pero como dudaban no pudieron saber quién era: " Porque sus ojos estaban velados para que no le reconocieran" Lucas 24:16 Desconocieron Su rostro, porque lleno de la Gloria de la Resurrección Divina, distaba mucho de la fragilidad de la naturaleza humana. No se presentó de modo que pudiese ser visible para todos, sino únicamente para aquéllos que Él quiso que le vieran, para que comprendieran que aquel cuerpo que había padecido, era el mismo que había resucitado. Da a entender que su trato después de la resurrección no debe ser digno de todos los hombres, sino más bien Divino, lo cual es una figura de la futura Resurrección, en la que conversaremos como ángeles e hijos de Dios.

«Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre Él en todas las Escrituras.» Lucas 24:27 Por medio de la lectura y explicación de la Biblia, los preparó el SEÑOR para revelarles los tesoros escondidos y los secretos acerca de Él. Desde el sacrificio de Abraham, cuando sacrificó el cordero -después de dejar a Isaac- fue prefigurado todo esto. Moisés y los profetas han hablado de Jesucristo y predijeron que entraría en la gloria por medio de la pasión, así como también en las demás Escrituras proféticas se encuentran distribuidos los misterios de la pasión y Resurrección del SEÑOR, y todo cristiano debe investigar y estudiar, permitiendo que el mismo SEÑOR abra las Escrituras y revele con la iluminación de Su Espíritu Santo, como las Escrituras hablan de Jesucristo y como se hará partícipe de Su gloria por medio de Su sacrificio en la Cruz.

Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.Lucas 24:28-29 Esta es una lección muy importante que nos deja el SEÑOR, de cuánto desea que le pidamos: " SEÑOR, quédate con nosotros". Esto es, anhelar que habite en nuestro corazón para siempre, que sea nuestro huésped permanente, que descanse en la posada de nuestro corazón; con sinceridad y verdadero arrepentimiento, alejándonos de todo pecado que nos impide que Él se apodere de nuestra alma, y que Su Espíritu de testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios Rom.8:16 y que nuestro pecado es borrado a través de Su Sangre. Y así hacernos dignos de esta gracia y privilegio que nos quiere conceder: Ser templo y morada del Dios vivo.

Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Lucas 24:30-31 ¿Dónde fue Jesús reconocido y revelado? En la mesa, cuando "tomó el pan lo bendijo, lo partió". Al partir el pan les fue abierta su vista espiritual, así enseña a los hombres claramente la primera institución sagrada a los doce y enfatiza y resalta la importancia que en esta solemne partida de Pan, la Iglesia reconocería la presencia de su Maestro. Al Partir el pan, símbolo de la unión que debemos tener con Él: El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Juan 6:56 Nos alimenta con su propio cuerpo, nos une y nos hace inherentes a Él. El que se une al SEÑOR un solo espíritu es con Él. 1Cor.6:17 Al partir el pan simboliza la comunión íntima que debemos tener con el SEÑOR, por medio de la oración hablar con Él y darnos un verdadero banquete en Su presencia, donde podemos gustar de Él y ver cuán bueno es. Salmo 34:8

Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando abría las Escrituras? Lucas 24:32 Sus corazones ardían debido al Ministerio de la Palabra de Dios y de Jesús, la Palabra viva de Dios. También todos los seguidores de Jesús experimentan y saben cuán preciosas y tiernas son las Palabras del Salvador, y cómo el corazón se ensancha de amor cuando piensan o escuchan de Su vida, Sus sufrimientos, Su muerte para el perdón de nuestros pecados y Salvación Eterna.

¿No es mi palabra como Fuego? Jer.23:29 La palabra de Dios es como fuego no devorador sino refinador que consume las impurezas. ¡Quema y Purifica! Así como la plata y el oro son purificados y moldeados en el fuego, lo mismo hace Su Palabra en nosotros, nos purifica, nos trata y moldea a la imagen de Jesucristo. y mientras estábamos meditando(en Su Palabra) el fuego ardió, Salmo 39:3. La Palabra convierte los corazones, ilumina el entendimiento y renueva a los hombres para convertirlos en sacrificios puros y santos La Palabra quema la escoria del pecado y consume los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, que ahogan La Palabra, y la hacen infructuosa. Marc.4:19 La Palabra es fuego que por medio del Espíritu Santo, quema y limpia los afectos de la carne, y enciende un amor verdaderamente ferviente de Dios; para llevar a los hombres por completo al cielo.
¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando abría las Escrituras? Lucas 24:32