JULIO 4

"Por
amor a Cristo me gozo en las debilidades, en insultos, en necesidades,
en persecuciones, en angustias; PORQUE CUANDO SOY DÉBIL, ENTONCES SOY
FUERTE." 2 Cor. 12:10.
La fortaleza que el SEÑOR imparte a sus hijos, se manifiesta más y más completamente, cuando se sienten débiles. No es impartida a los que se sienten fuertes, autosuficientes y que no se dan cuenta de su necesidad de ayuda Divina. Es cuando somos conscientes de nuestra incapacidad, es en esa condición que el Redentor se manifiesta para impartir Su poder y sus más puros consuelos.
Es
bueno recordar que, cuando el SEÑOR está con nosotros, nuestros
desfallecimientos y enfermedades son ocasión para que Él pueda desplegar
Su gracia que basta para Todo, y para mostrarnos su paciencia y amor
perfectos. Las palabras de Pablo, son ciertamente las de un discípulo
aventajado en la Escuela de Cristo. Es la experiencia de un hombre
debilitado a quien le fue revelado por el Espíritu Santo, que en la
preciosa gracia del SEÑOR Jesús, tenía una respuesta a todas sus
necesidades.
"De
buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en
mí la potencia de Cristo. Por lo cual me gozo en , en afrentas, en
necesidades, en persecuciones, en angustias por Cristo.2Cor.12:10 Esto
es, "mi yo" ha muerto por medio de las aflicciones, no me considero
superior a los demás por tener revelaciones, visiones,sueños y palabra
profética. Pablo en lugar de utilizar su experiencia para auto
glorificarse como lo hacen los "súper apóstoles" de hoy, relata cómo
toda su gloriosa experiencia le hizo más humilde que nunca, y además le
dio la fortaleza para soportar la enfermedad y la aflicción.
" Debemos considerar un privilegio estar afligido, débil, enfermo, porque las pruebas son el medio para disfrutar más abundantemente de la presencia y poder del SEÑOR, y son esenciales para la salvación de nuestra alma. Aun así, nunca debemos de pensar que la sola presencia de una aflicción en nuestras vidas, significa que la gloria y el poder de Jesús brillará en y a través de nosotros. Tú te puedes resistir a la gracia de Dios y te puedes rehusar a poner tu mente en Jesús, y luego darte cuenta que tu aflicción prolongada te está maldiciendo en lugar de bendecirte, porque sin el poder santificador del Espíritu Santo, las aflicciones producen maldad en lugar de bondad. En muchas personas, sus aflicciones no parecen cumplir para nada un buen propósito; al contrario, crean otro vicio, en lugar de quitar una tentación." - C. Spurgeon"
Las aflicciones, calman los bríos de la soberbia: adornan el carácter y lo fortalecen: Disponen el alma para que se levante al cielo en alas de las virtudes. Las aflicciones y los sufrimientos hacen perder a la carne su apetito, y proporcionan las cualidades que le faltaban. Sí, las aflicciones, esos verdaderos dones del SEÑOR aumentan nuestras virtudes, disminuyen y ahuyentan los vicios, nos inspiran desprecio a los bienes de la tierra y amor a las cosas celestiales, y nos aseguran la felicidad eterna. Entonces, con estas consideraciones debemos animarnos: Cuanto más penosa sea la lucha, más brillante será nuestra victoria. Probamos que deseamos agradar a Dios y le amamos, cuando nos dirigimos a ÉL, no sólo en la dicha y en la comodidad, sino también en medio de las tribulaciones y persecuciones. No nos es lícito ir al cielo por distinto camino que por el de las cruces; por esto debemos sufrirlas y amarlas." Bernardo de Claraval "Porque cuando soy débil, entonces soy poderoso."