AGOSTO  3

02.08.2021

"Sin embargo, yo siempre estoy contigo". Salmo 73:23

Aun en ese tiempo cuando por poco se deslizan sus pies; Al ver la prosperidad de los malos tuve envidia... Siempre satisfacen los apetitos de su corazón. Entre burlas hacen planes malvados y violentos, y siempre hablan con altanería. Con su boca ofenden al cielo, y con su lengua denigran a la tierra.¡Bien puede verse que estos impíos se hacen ricos sin que nada les preocupe! ¡Ah!, pero de nada me ha servido mantener mi corazón y mis manos sin pecado, pues a todas horas recibo azotes y soy castigado todas las mañanas...Sólo cuando entré en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos" Salmo 73:2-14-17

Hasta que buscó al SEÑOR en oración, entendió que Dios es un Padre indulgente con los santos a quienes más aflige; y que cuando pone a los malvados en las alturas, éstas son resbaladizas y su prosperidad es su ruina: "No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán." Salmo 37:1-2 Hasta que entró en Su presencia, le fueron los ojos espirituales para entender que Dios le tenía por la mano derecha. ¡Qué Dios es fiel! Y le alaba por Su fidelidad; Su presencia; Su ayuda, Su dirección en la vida y la esperanza de gloria futura, "Sin embargo, yo siempre estoy contigo". ¡Que linda declaración de confianza en Dios! Como creyentes en Cristo podemos decir que en verdad Jesús es nuestra vida.

"Sin embargo". Como si, no obstante toda la insensatez e ignorancia que ha confesado recientemente a Dios, David quisiese afirmar que estaba seguro de su salvación y aceptación, y que gozaba de la bendición de estar constantemente en su presencia. Plenamente consciente de su propio estado de perdición, de la falsedad y vileza de su naturaleza, canta, no obstante, estas palabras, en una gloriosa explosión de fe: "Yo siempre estoy contigo".

Creyente, tú estás obligado a entrar en la confesión y reconocimiento de Asaf; procura decir en el mismo espíritu: "Sin embargo, desde que pertenezco a Cristo, estoy siempre con Dios". Es decir, "siempre en su mente", pues Él siempre está pensando en mí para bien. Siempre delante de sus ojos, porque los ojos del SEÑOR nunca duermen, sino que vigilan siempre mi bienestar.

Siempre en sus manos, de manera que nadie puede arrebatarme. Siempre en su corazón, como un memorial, a semejanza del sumo sacerdote que llevaba los nombres de las doce tribus sobre su corazón. ¡Oh Dios!, tú siempre piensas en mí. Las entrañas de tu amor siempre suspiran por mí. Tú siempre me das lo que necesito; me has puesto en tu brazo como un sello. Tu amor es fuerte como la muerte; las muchas aguas no lo pueden apagar ni lo ahogarán los ríos. Cantares 8:6-7

¡Maravillosa gracia! Tú me miras en Cristo, y aunque por mí mismo soy aborrecible, me contemplas cubierto con las vestiduras de Cristo, y lavado en Su sangre; y así permanezco acepto en Tu presencia. Yo continuamente gozo de tu gracia, "Sin embargo, siempre estoy contigo": Aquí hay consuelo para el alma afligida y probada; que está acosada con tormenta interior, pero atendida con la calma que viene de afuera. Di esto en tu corazón y recibe la paz que te trae: "Sin embargo, yo siempre estoy contigo".- C .Spurgeon

"A pesar de todos mis errores y fallas, me guardas en la tierra de los vivos; Se me permite permanecer en Tu presencia; Se me permite esperar en Tu misericordia. A pesar de mis puntos de vista bajos e indignos, a pesar de mis dudas sobre la justicia de la administración divina, a pesar de mi envidia por la prosperidad de los malvados y mi espíritu de queja contra Dios, no me alejo de Él; No estoy desterrado de Su presencia, ni cortado de Su favor. Bien podemos maravillarnos cuando reflexionamos sobre nuestros pensamientos acerca de Dios, que Él no ha aumentado su ira y ni nos ha desterrado de Su presencia por los siglos de los siglos."- Albert Barnes