JULIO 4

17.11.2023

"El recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "Dios, ten piedad de mí, pecador". Lucas 18:13

Aquí Jesús nos enseña las señales de humildad que Él recomienda a Sus discípulos y el espíritu con el que debemos orar. No se atrevió a mirar a lo alto. Pues su conciencia le humilla, pero la esperanza lo levanta. La humildad radica en no negarnos a reconocer nuestros pecados, anticipar el juicio de Dios, con el fin de reconciliarnos con Dios, al hacer una honesta confesión de culpa. Lo que se reprochaba en su corazón "parecía" alejarlo, pero su fe y amor le acercaron a Dios. Se mantuvo a distancia, pero el SEÑOR se acercó a él para escucharle: "Aunque el SEÑOR es sublime, atiende al humilde", pero "al altivo reconoce de lejos" Sal.138:6, como al fariseo. El recaudador se reconoció sinceramente como perdido, confió en un perdón gratuito y huyó a la misericordia de Dios: "El SEÑOR es lento para la ira y abundante en misericordia, y perdona la iniquidad y la transgresión; mas de ninguna manera tendrá por inocente al culpable". Num.14:18

"Así que, el que cree estar firme, tenga cuidado de no caer" 1 Cor.10:12. El fariseo en su oración se creyó más santo que los demás e hizo un inventario de sus virtudes: "Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, malvados y adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos. Ayuno dos veces a la semana y diezmo de todo lo que gano", Luc. 18:11-12. Muchos creen como el fariseo, que pueden adquirir el perdón gratuito de Cristo, con sus propios medios, haciendo ayunos y dando dinero. No se han apoyado en Cristo y la soberbia espiritual les ha cegado para no entender lo que dice claramente: "Por cuanto Todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo "Justificados Gratuitamente por Su gracia", mediante la Redención que es en Cristo Jesús". Rom.5:23-24

"El que cree estar firme, mire que no caiga". 1 Cor.10-12 No estés demasiado seguro, aunque hayas alcanzado el perdón de Cristo, sino más bien mantente con una gran humildad, y entonces te sentirás con gran confianza. Incluso si crees que has subido la escalera de la perfección, ora para rogar el perdón de tus pecados; escucha lo que dice Pablo: "Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero" 1 Tim 1: 15 Ser vaciados de nosotros mismos y pobres de espíritu es la preparación fundamental e indispensable para recibir la justificación gratuita por gracia de Dios. - Crisostomo No olvidemos nunca que aquellos que serán justificados y serán aceptados ante Dios son aquellos que consideran que no son nada(que son polvo) en su propia estimación. "Al corazón contrito y humillado No despreciarás tú, oh Dios". Sal.51:17


Todo hombre es un fariseo que busca la aceptación de Dios, ya sea total o parcialmente, que se enorgullece de sus propias buenas obras, oraciones, sacramentos y ofrendas; y no recurre a Cristo más allá de su voluntad que para suplir (si es que hay alguna) su propia deficiencia. Y todo hombre puede ser llamado publicano o recaudador en el sentido de esta parábola, que por la enseñanza de Dios el Espíritu ha sido inducido a contemplar la naturaleza de Adán en la que nació, y la condenación en la que está envuelto, tanto por pecado original y por transgresión actual; y guiado por el Espíritu Santo a Dios en Cristo, reconoce el perdón inmerecido, mientras que en el dolor y la contrición lo busca.

La justificación es de Dios en Cristo. Y por lo tanto, los que se condenan a sí mismos, y no los que se justifican a sí mismos, encuentran justificación ante Dios. Por eso, Jesús concluye diciendo "Les digo que este cobrador de impuestos volvió a su casa ya justo, pero el fariseo no. Porque el que así mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido". Luc.18:14 - Hawker´s Poors

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