ENERO 7

07.01.2023

"La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". Hebreos 11:1

Esta es la Fe por la que vive el justo; Heb.10:38; es decir, la fe divina, sobrenatural, que justifica y salva, la fe de los elegidos de Dios, la fe que no es de nosotros, sino obra de Dios, con la cual todos los verdaderos creyentes están dotados desde arriba.Haciendo que recibamos la verdad concerniente a la justificación por los sufrimientos y méritos de Cristo. Dios puso nuestra justificación, no en la ley, sino en la fe de Su Hijo. Dios ha prometido a los justificados por la fe en Jesús, la salvación y la vida eterna.

La Fe es plantada por el Espíritu regenerador de Dios, cuando creemos en Jesús, el autor de nuestra fe. Heb.12:2 Él abrió el camino al Lugar Santísimo para que el resto de nosotros pudiéramos seguir hasta la presencia de Dios.Heb. 10:19–20. Él es también el "perfeccionador o consumador" de nuestra fe, es quien la completó. Esta Fe no sólo justifica sino que es efectivamente útil en toda nuestra vida para Dios, nos sostiene en la prueba, nos da constancia y perseverancia. Y las mismas cosas que son el objeto de nuestra esperanza, son el objeto de nuestra fe.

La Fe no es probabilidad, sino "la certeza de las cosas que no se ven". Fe es la firme persuasión y expectativa de que Dios cumplirá todo lo que nos ha prometido en Cristo. La fe prueba a la mente, la realidad de las cosas que no se ven. Hay algunas cosas que, si se hacen, deben hacerse con audacia. Una carga de calvario no puede hacerse con cautela y timidez. Una vez dada la orden debe ser cumplida y nada más. La más mínima vacilación significa fracaso. Cuando Pedro salió a caminar sobre el agua, era demasiado tarde para andar a tientas o recurrir a la alternativa de nadar si no lograba caminar con éxito. Debe caminar o hundirse, y cuando trató de nadar, en realidad se hundió. Debe escoger lo natural o lo sobrenatural. Y así, cuando llegamos a tratar con Dios. Es tan fácil para Él hacer lo más difícil como lo más fácil. Se dice de Abraham que "no titubeó en la promesa". Ni siquiera se estremeció, sino que siguió adelante con firmeza,"plenamente convencido de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete." Rom.4:21. La diferencia entre los creyentes consiste enteramente en este elemento de seguridad de fe.

Algunos que creen en la Biblia, otros que creen en una parte; otros confían con reserva, y otros con Todo su corazón. Son estos los que alcanzan el trono y mueven el mundo. Esta es la fe del tamaño de un grano de mostaza, que tiene poder para mover montañas y lograr lo imposible. Esta es la única fe que es digna de Dios y está a la par con las emergencias y necesidades del hombre. Pidamos esta Fe al SEÑOR y que Él mismo la haga crecer en nosotros. Ejercitemos esa fe y hagamos que dé frutos. Esta Fe es la única arma victoriosa de nuestra guerra espiritual. Es el único vínculo de conexión entre el hombre desvalido y los infinitos recursos de Dios. "No pierdan, pues, su confianza, porque ella les traerá una gran recompensa," Heb.10:35. - AB Simpson

ORACIÓN: SEÑOR Jesús, tú has llamado bienaventurados a aquellos que no te han visto y, sin embargo, han creído. A los que te han precedido en la fe desde los días de Abel el justo y a nosotros, que te hemos seguido en la gracia de tu resurrección. Concédenos, SEÑOR, esa fe capaz de trasladar montañas, de superar cualquier impedimento; capaz de ver lo invisible y de dar fundamento a la esperanza. En el Jordán, sobre el Tabor, en Getsemaní, sobre el Calvario, hemos visto también tu gloria, gloria de Hijo unigénito lleno de gracia y de verdad.... Amen.