MAYO 31

"Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. " Deuteronomio 28:12
Las bendiciones de la ley están vigentes. Jesús confirmó la promesa cuando
soportó el castigo. Si yo guardo los mandamientos de mi Señor, puedo apropiarme
de esta promesa sin ninguna duda. Si nosotros obedecemos al Señor nuestro
Dios, Él bendecirá todo aquello que nos da. Las riquezas no son una maldición
cuando son bendecidas por el SEÑOR. Cuando los hombres poseen más de lo que
requieren para satisfacer su inmediata necesidad, y comienzan a almacenar en
graneros, la podredumbre de la avaricia o el estéril endurecimiento del corazón
son propensos a acompañar a la acumulación; pero con la bendición de Dios, esto
no sucede así. La prudencia ordena el ahorro, la liberalidad gobierna el gasto,
la gratitud conserva la consagración, y la alabanza endulza el gozo. Es una
gran misericordia contar con la bendición de Dios sobre nuestros ingresos fruto
del trabajo y sobre nuestra cuenta bancaria.
"Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo" Este pasaje se
refiere ante todo a la lluvia: EL SEÑOR la enviará a su tiempo. La lluvia es
emblema de tiempos del refrigerio celestial, que Dios está siempre dispuesto a
derramar sobre su pueblo. ¡Ojalá hubiera abundancia de lluvias para regar la
heredad del Señor! Creemos a veces que los tesoros de Dios sólo pueden ser
abiertos por un gran profeta como Elías, y estamos equivocados, porque esta
promesa ha sido hecha para todos los fieles de Israel y para cada uno de
nosotros. ¡Oh amigo mío! «te abrirá el Señor su buen tesoro». Tú también puedes
ver el cielo abierto y meter la mano para sacar tu porción y la de todos tus
hermanos que están cerca de ti. Pide cuanto desees y no te será negado si
permaneces en Cristo y sus palabras en ti. Hasta el presente no has conocido
los tesoros de tu Señor, pero Él abrirá tu entendimiento.
De seguro no has gozado todavía de la plenitud de las riquezas de su alianza,
pero el SEÑOR encenderá tu corazón en su amor y manifestará a Jesús en ti. Sólo
el SEÑOR podrá hacerlo; tal es su promesa, y si con diligencia escuchas su voz
y obedeces a su voluntad, tuyas serán las riquezas de la gloria en Cristo Jesús.
Hoy quiero mirar al cielo con ojos de fe para ver que en el tiempo de Dios él
abrirá su buen tesoro en mi favor.
¡Qué favor nos es concedido con la última frase! "para bendecir toda obra
de tus manos. " No pondremos nuestra mano en nada sobre lo que no nos
atrevemos a pedir la bendición de Dios, ni haríamos nada sin oración y sin fe.
¡Pero qué privilegio es poder esperar la ayuda del SEÑOR en cada actividad!
Algunos hablan de un hombre con suerte: la bendición del Señor es mejor que la
suerte. La protección de los grandes no es nada comparada con el favor del
Señor. La confianza en uno mismo está muy bien, pero la bendición del Señor es
infinitamente mayor que todo el fruto del talento, del genio o del tacto.
ORACIÓN: SEÑOR, el más grande tesoro ya lo he recibido y eres tú mismo como mi
especial tesoro, sin embargo tu prometes que aún abrirás mas los cielos sobre
mí. Te alabo y glorifico tu Santo Nombre. Amén. -.C.Spurgeon