SEPTIEMBRE  30

18.09.2021

Ciertamente COMO UNA SOMBRA es el hombre; Ciertamente EN VANO SE AFANA; AMONTONA RIQUEZAS, y no sabe quién las recogerá. Salmo 39:6

Aquí tenemos tres grandes prototipos del carácter del hombre, según éste se manifieste: "COMO UNA SOMBRA", "EN VANO SE AFANA", y el que "AMONTONA RIQUEZAS". Pueden hallarse algunas veces combinados; pero, por lo general, presentan un desarrollo distintivo.

.- "COMO UNA SOMBRA", hay muchos cuya vida es así, ya sea en su carácter personal, en su posición comercial, en su profesión política o religiosa. En lo que a ellos se refiere, no hay nada sólido, nada real, nada verdadero. Su brillo no proviene sino de la más fina capa de oro posible: no hay nada profundo, nada intrínseco. Todo es obra superficial, el golpe de luz más fugaz, nada más que humo. La apariencia de fuerza que se muestra en ellos es temporal y pronto desaparecerá.

.- "EN VANO SE AFANA" En este grupo están aquellos cuya vida es un continuo de "vano afán". Nunca se les verá tranquilos, ni satisfechos ni felices. Siempre hay alguna cosa terrible que se aproxima, alguna catástrofe a la distancia, la mera anticipación de lo cual los mantiene en una constante ansiedad. Viven preocupados por los bienes materiales, por los amigos, por los negocios, por los hijos, por los empleados. En vez de recordar las bendiciones del pasado y regocijarse en las divinas bondades del presente, siempre anticipan las pruebas y congojas del futuro. En una palabra, ellos "en vano se afanan". -Charles Mackintosh

"Ciertamente, EN VANO SE AFANA". Lee bien este texto y luego escucha el clamor del mercado, el rumor de la bolsa, el estruendo de las calles de la ciudad, y recuerda que todo este ruido, esta interrupción de la quietud, es algo insustancial, vanidades pasajeras. El descanso interrumpido, el temor ansioso, el cerebro sobrecargado, la mente que se derrumba, la locura, todos ellos son pasos en el proceso de la inquietud y desasosiego de muchos, y todos se afanan para ser ricos, o sea, llenarse hasta rebosar de arcilla; arcilla que van a dejar pronto, después de todo. C. H. S.

.- "AMONTONA RIQUEZAS",Y otra clase de gente, totalmente diferente de las dos anteriores: gente astuta, sagaz, que hace y acumula dinero ansiosa y cuidadosamente, se preocupan por amontonar por su insaciable deseo de ganancia, nunca es suficiente: El que ama el dinero, siempre quiere más; el que ama las riquezas, nunca cree tener bastante. Ecle.5:10 Aferrados a sus riquezas no pueden ver ni piensar en lo frágiles, débiles y pasajeros que son, ni cuán pronto tendrán que dejar este mundo, y que puede ser repentinamente. Acumulan y no saben quién disfrutará, ya sea un hijo, un amigo o un enemigo, un buen hombre o un hombre malo, un hombre sabio o un necio. Esta gente "amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá".

Recuerda que el Espíritu Santo acuñó a estas tres clases de personas con el mismo calificativo: "VANIDAD". Como lo escribió Salomón quien sabía por experiencia esto: Sí, "todo", sin excepción, "debajo del sol" es "vanidad y aflicción de espíritu". Eclesiastés 1:14. Adonde quiera que mires "debajo del sol"; tu corazón no hallará reposo alguno en este mundo. Deberás subirte a la inquebrantable y robusta ala de la fe y remontarte a las regiones por encima del sol, a fin de hallar "una mejor y perdurable herencia" Hebreos 10:34.

Aquel que está sentado a la diestra de Dios dijo: "Por vereda de justicia guiaré, por en medio de sendas de juicio, para hacer que los que me aman tengan su heredad, y que yo llene sus tesoros" Proverbios 8:20- 21. Nadie sino Jesus puede darnos "Herencia"; nadie sino Él puede "llenar"; nadie más que Él puede "satisfacer". En la perfecta obra de Cristo está aquello que satisface las más profundas necesidades de la conciencia; como así también, en su gloriosa Persona se encuentra aquello que puede satisfacer los más vehementes anhelos del corazón. Aquel que ha hallado a Cristo en la cruz, y a Cristo en el trono, ha hallado Todo lo que pudiera necesitar, ya sea para esta vida o para la venidera.

Dijo David: "Mi esperanza está en ti". Salmo 39:7 Nada de "sombra", nada de "vano afán", nada de "amontonar riquezas" tenía que ver con él. Él había hallado en Dios un objeto digno de ser esperado, y, en consecuencia, apartando sus ojos de todo lo demás, dice: "Mi esperanza está en ti". Esta es la única posición verdadera, apacible y feliz.

El alma que se apoya en Jesús, que pone sus ojos en Él y espera en Él, nunca será defraudada. Ella posee un inagotable fondo de gozo presente en comunión con Cristo; al tiempo que es animada por "la esperanza bienaventurada" de estar con Jesús donde Él está, para contemplar Su gloria, exponerse a la luz de Su faz y ser conformada a Su imagen por siempre, una vez que esta escena presente, con todas sus "sombras", su "vano afán" y su "amontonar riquezas", haya pasado.

¿Podemos elevar nuestros ojos a Jesús y, con corazón pleno y honesto, decirle: SEÑOR, "mi esperanza está en ti"? Ojalá que nuestros corazones estén plenamente separados de este "presente siglo malo" y de todo lo que pertenece al mismo, por el poder de la comunión con las cosas que son invisibles y eternas.... - Charles Mackintosh