JUNIO 30

"Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto." Juan 15:5
La vid simboliza la unión de los creyentes por la fe con Cristo en un mismo espíritu. Esta unión se asemeja a la raíz de la vid por los nutrientes que se difunden a todo el árbol. La savia vital procede sólo de Cristo, que debe injertarse en su vida y convertirse en parte de él.
Los
creyentes son ramas de esta Vid(Cristo), las ramas de la vid son
muchas, sin embargo, al alimentarse de la raíz reciben los mismos
nutrientes de ella, así son los cristianos verdaderos, aunque en un
lugar y una opinión distantes entre sí, se encuentran todos en Cristo.
Están unidos a Cristo como Él al Padre: Para que Todos sean uno. Padre,
así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en
nosotros. Juan 17:21"
El que permanece en mí, como yo en él, DARÁ MUCHO FRUTO." Dar "Mucho Fruto" es el resultado de vivir en Cristo, es su vida la que fluye dentro de nosotros; es el resultado de nuestro sometimiento a Su poder. En Él y por Él hemos sido regenerados en el Espíritu para producir fruto de vida, no de vida temporal y pasajera, sino vida nueva que se funda en Su amor. Y esta vida la conservaremos si perseveramos unidos y como injertados en Él; si seguimos fielmente los mandamientos que nos dio, fusionados con Él, mediante la obediencia, porque dice:"El que guarda mis mandamientos, permanece en mí." Juan 14:15. y procurando no contristar al Espíritu que habita en nosotros, pues, por medio de Él, Dios mismo tiene Su morada en nuestro interior.
Y si Cristo habita en nosotros, ¿qué más podemos buscar? Y si moramos en Cristo, ¿qué más podemos desear? Él es a la vez nuestro huésped y nuestra morada. ¡Doblemente dichosos nosotros por habernos convertido en moradores de semejante Rey! Pues en el mismo instante se espiritualiza nuestra alma, nuestro cuerpo y todas las facultades, porque nuestro espíritu se compenetra con su Espíritu, el cuerpo con su cuerpo y la sangre con su sangre. ¿Con qué resultado? Con el resultado que prevalece lo más humilde, lo humano es superado por lo divino, y lo que Pablo escribe de la resurrección, para que lo mortal sea absorbido por la vida(Cristo). 2Cor. 5:4
Permanecer en Cristo, de ninguna manera es el resultado de algún esfuerzo humano. El creyente no debe estar preocupado ni luchar por mantener siempre la dependencia de Cristo y su comunión con Él, ni tampoco por llevar mucho fruto. Sólo debe permitir que Jesús lo una a Él, como la rama a la vid. La unión con ÉL será tan sencilla, pero tan profunda y firme que su amor fluirá por todo su ser y su vida será cambiada por la de Él. Dijo Pablo: Ya no vivo yo, Cristo vive en mi. Gál.2:20
He visto valles cultivados de vides, que crecen sobre grandes cruces de madera y en tiempo de cosecha la vista se deleita al verlas cargadas de uvas. Las ramas se extienden por los brazos de la cruz, de modo que reciben todo lo que necesitan. Las ramas no están conscientes de cómo crecen y tienen frutos. Así el YO debe estar juntamente crucificado con Cristo Gál. 2:20 y el resultado natural será una disposición para honrar a Dios y hacer el bien, una vida de gozo y paz en el Espíritu, para dar mucho fruto bendiciendo su propia vida y la de otros.
Los creyentes, como las ramas de la vid, son frágiles e incapaces de sostenerse por sí mismos, pero permaneciendo unidos a la Vid(Cristo), aún en la vejez fructificaran, estarán verdes y vigorosos. Salmo 92:14 Reconociendo nuestra indignidad y debilidad, dependiendo solo de Cristo, nos permitirá caminar en humildad, y en dulce comunión con Él. Y así como la raíz no se ve, nuestra vida debe estar "Escondida" con Cristo en Dios. Col.3:3 Mientras esperamos su glorioso retorno tenemos el privilegio de vivir Su vida, de recibir de Él el alimento y la fortaleza, de ser llenos continuamente de Su Espíritu Santo y de Su presencia