JUNIO 29

"David consultó al SEÑOR". 2 Samuel 5:23.
Cuando David hizo esta consulta acababa de luchar con los filisteos y de obtener una significativa victoria. Los filisteos subieron en gran número, pero, por la ayuda de Dios, David los puso en fuga fácilmente. Notemos, sin embargo, que cuando los filisteos vinieron por segunda vez, David no les salió al encuentro antes de consultar a Jehová. Como había salido victorioso una vez, podía haber dicho, como lo han hecho muchos en otros casos: "Saldré victorioso otra vez: puedo estar seguro de que si he conquistado una vez, triunfaré aún otra vez. ¿Por qué, pues, esperar para consultar al Señor?" David no procedió así. Ganó una batalla por el poder del SEÑOR; pero no se aventurará en otra hasta asegurarse el mismo poder. El preguntó al Señor: "¿Iré contra ellos?", y esperó hasta que la señal de Dios le fue dada. Aprendamos de David a no dar ningún paso sin Dios.
Cristiano, si quieres conocer la senda del deber, ten a Dios por brújula; si deseas dirigir tu barco a través de las imponentes olas, por el timón en las manos del Todopoderoso. Muchas rocas podrían ser esquivadas si permitimos que nuestro Padre gobierne el timón; muchos bancos de arena podrían ser evitados si dejáramos a su soberana voluntad escoger y mandar. Debemos darnos cuenta de que la providencia de Dios nos guía; y si la providencia tarda, esperemos hasta que la providencia llegue. El que se antepone a la providencia, se sentirá gozoso si vuelve otra vez al lugar de partida. "Te enseñaré el camino en que debes andar", Sal.32:8, es la promesa que Dios hace a su pueblo. Llevemos a Él todas nuestras perplejidades y digámosle: "Señor, ¿qué quieres que haga?" No dejes tu casa esta mañana sin preguntar primero por la voluntad Divina. David siempre alcanzó la victoria cuando consultó y obedeció al SEÑOR.
En todas las épocas, los filisteos (los enemigos del creyente) están subiendo contra el pueblo de Dios. Nuestro modo de hacer la guerra debe estar regulado por instrucciones providenciales que pueden venir a través de cualquier canal que Dios quiera usar. La presencia de las indicaciones divinas serán para nosotros las revelaciones de la voluntad de Dios. Todo el que desee hacer la voluntad de Dios, tendrá una revelación divina. Dijo Jesús: "Si alguno quiere hacer su voluntad, conocerá si mi enseñanza es de Dios" Juan 7:17. Un creyente sincero por hacer la voluntad Divina, nunca se deja en total ignorancia de esa voluntad. La dificultad no es tanto averiguar la voluntad de Dios, sino reconciliar nuestras voluntades con ella, para que estemos dispuestos a hacerla.
Dos veces David buscó orientación y guía del SEÑOR para enfrentarse a los filisteos. En la primera ocasión, la orden fue: "Sube"; en la segunda, "no subirás". En la primera batalla, la posición filistea fue llevada por asalto; en la segunda se volvió por emboscada. El movimiento en los árboles 2 Sam. 5:24, sugiere pisadas de escuadrones de ángeles. ¡Oh, que el oído rápido detecte los avances de la ayuda de Dios y la gracia para animarnos a seguirlos! -FB Meyer