JUNIO  30

13.09.2022

"MI CASA SERÁ LLAMADA CASA DE ORACIÓN PARA TODAS LAS NACIONES....." Marcos 11:17

"MI CASA". Cuando la Biblia habla de casa, templo, tienda, morada, tabernáculo, se refiere al lugar donde el SEÑOR habita. Antes de la venida de Cristo, estos lugares se usaban para adorar a Dios y buscar su voluntad. En el discurso de Salomón a Dios en la dedicación del templo, dijo: "Yo he edificado Casa por morada para ti, sitio en que tú habites para siempre." 1 Reyes 8:13 Estas palabras las pronunció por inspiración divina como profetizando el advenimiento de Cristo y que Él sería el huésped y habitante permanente del corazón de cada creyente no solo aquí sino en el cielo. Lo que estaba prefigurado en el antiguo Templo, está realizado, por el poder del Espíritu Santo, en la Iglesia (cada creyente) es la "casa de Dios", el lugar de su presencia, donde podemos hallar y encontrar al SEÑOR; la Iglesia es el Templo en el que habita el Espíritu Santo que la anima, la guía y la sostiene. "Habitaré en ellos, y andaré dentro de ellos y seré su Dios y ellos serán mi pueblo" 2 Cor.6:16. Es el alma y el cuerpo del hombre, que son realmente el templo de Dios, más que todos los templos edificados 1 Cor. 6:19.

Dios, en verdad, habita en el templo, en el alma del justo, por lo que Salomón reconoció que ningún templo edificado por mano de hombres puede abarcar la grandeza, poder, gloria y majestad de Dios, diciendo: "Si ni la gran expansión de los cielos es capaz de contenerte, ¡mucho menos este templo que he edificado en tu honor! Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh SEÑOR, Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti; 1Reyes 8:27-28. Y Pablo predicando a los atenienses dijo algo similar: "El Dios que hizo el mundo y Todas las cosas que hay en él, es SEÑOR del cielo y de la tierra. No vive en templos hechos por los hombres" Hechos 17:24. Aquel que es infinito no puede estar confinado al espacio; ni necesita lo que las manos humanas pueden proporcionar. Los templos no son para Dios, sino para el hombre. Es el hombre el que recibe ayuda de ellos. Lo mismo puede observarse de todos los actos de adoración exteriores; Son útiles en la medida en que proceden de la devoción interior o la incitan y ayudan poderosamente a hacerlo. No importa si asistes a las reuniones y te congregas todos los días, pero si tu corazón no es la morada del SEÑOR, y lo haces por costumbre, un ritual externo, por cumplir, socializar con otros, ante el SEÑOR estas motivaciones son vanas, Él dice de todo esto: "Aborrezco sus reuniones; ¡se me han vuelto tan molestas que ya no las aguanto!" Isaías 1:14. Asegúrate que El SEÑOR puede decir de tu corazón: "Mi casa".

"SERÁ LLAMADA CASA DE ORACIÓN". "La Oración es, en definitiva, la marca distintiva de la Casa de Dios. Nuestro SEÑOR Jesús puso un énfasis peculiar sobre lo que es la Iglesia cuando echó a los mercaderes del Templo, repitiendo las palabras de Isaías: "¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas ustedes la han hecho cueva de ladrones" Isaías 56:7 y Marc.11:17. Así que, aquellos que tienen su corazón en las cosas materiales, aman el dinero y buscan solo las riquezas, descuidan hoy también la oración y buscan minimizarla, dándole un lugar secundario, pervierten la casa de Dios, el corazón. Porque la oración pertenece a la casa de Dios, donde tiene sus derechos divinos. Es más, la vida, el poder y la gloria de la Iglesia, de cada creyente, es la ORACIÓN. Ésta hace que el mismo edificio se convierta en un santuario, algo separado en espíritu y propósito, diferente en todo a cualquier otro edificio. Así sucedía con el Tabernáculo, el cual aun siendo movido de sitio en sitio, era santo porque allí moraba la presencia de Dios. Sin oración, una iglesia viene a ser entonces como un cuerpo sin espíritu, algo muerto e inanimado. Podrá tener un hermoso y costoso edificio, con todos los adelantos y comodidades, pero si en su seno carece de oración, será fría y yerta." - Edward Bounds

Mi casa será llamada casa de oración....Mas ustedes la han hecho cueva de ladrones". El creyente debe tener en cuenta al SEÑOR en todo lo que hace. Y echar fuera de su corazón la soberbia, la propia voluntad, la codicia, egoísmo y propios intereses, y todo aquello que le estorba buscar al SEÑOR, esto es, echar fuera la guarida de ladrones del corazón. Entonces será Casa de Dios, Casa de Oración. Y así encontrará la paz, el gozo del corazón, y ya nada lo atormentará, nada de lo que ahora le inquieta, deprime y hace sufrir.

"PARA TODAS LAS NACIONES" No puedes reunir a toda la Iglesia en ningún lugar de esta tierra físicamente. La Iglesia está esparcida por todo el mundo, en lo que se refiere al aspecto terrenal. Y sin embargo, la Iglesia es una cosa celestial reunida en Cristo, su Cabeza, por un mismo Espíritu, y cuando entramos en el Espíritu, en el reino celestial, estamos en presencia de todo el Cuerpo, no desde el punto de vista terrenal, pero espiritualmente es verdad. "Dios hará de ustedes, como de piedras vivas, un templo espiritual, un sacerdocio santo, que por medio de Jesucristo ofrezca sacrificios espirituales, agradables a Dios. 1 Pedro 2:5 Así que si dos o tres se reúnen en Su Nombre. Mateo 18:20, en cualquier lugar y oran con el poder de Su Espíritu Santo, eso es posible y sucede, se convierten en Casa de Oración, funcionando para todos los pueblos, en ministerio universal. Porque somos servidores de un mismo SEÑOR, el amor, la esperanza, el temor, el gozo, la pena, el sufrimiento, todos esto nos une, puesto que tenemos una sola alma venida del mismo SEÑOR, del mismo Padre por su Espíritu Santo.

"Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos" Ciertamente no significa que todos los creyentes puedan estar literalmente reunidos en un lugar para orar, y ciertamente no significa literalmente que todos los creyentes puedan orar juntos al mismo tiempo. La situación es diferente en todos los países. El día y la noche es diferente en las naciones. Es necesario ver esto de manera espiritual. Aunque dispersos, ya sea que estén en el Polo Norte, Polo Sur, el desierto, en cualquier ciudad, provincia o pueblo del mundo, pueden estar reunidos en Su Nombre, allí estará el SEÑOR en medio de ellos. Si estamos unidos en un mismo Espíritu, entonces nos convertimos en "casa de oración para todos los pueblos". Y puede haber miles reunidos en un mismo lugar y solo unos pocos de esa multitud, son en verdad "casa de Oración", porque la unidad y el mismo sentir la da el Espíritu Santo del SEÑOR. De modo que, podemos estar orando por los mismos motivos sin conocernos. ¡Que maravilloso es ser casa del SEÑOR, Casa de Oración para todas las Naciones!