ABRIL  29

11.04.2022

Como entristecidos, pero siempre gozosos; 2 Corintios 6:10


"El mundo solo mira nuestras pruebas, y somos considerados como entristecidos. Esta es la apreciación que el mundo suele tener de la vida cristiana y suponen que nuestra fe es una carga pesada, una vida inhibida de deleites mundanos que presiona sobre el corazón del cristiano, porque la alegría según el mundo pertenece a los placeres de esta vida. Y el creyente es calificado como aburrido, como entristecido. Es cierto que tenemos tristezas y pruebas especiales que surgen de la persecución, la oposición, el desprecio, el rechazo. Pero hay otro lado de esta imagen, hay mucho en el carácter cristiano y los sentimientos no vistos ni apreciados por el mundo: Porque el cristiano teniendo el consuelo del Espíritu de Dios en todo momento, siempre vive regocijándose; No en sí mismo, o en alguna criatura, sino en el SEÑOR, Fil.4:4. Disfruta de una alegría auténtica en su relación con Cristo, en su paz, en su sangre, su justicia, y en la salvación por Él. Esto es algo que el mundo incrédulo jamás podrá vivir o comprender.


El Apóstol Pablo, pese al hecho que siempre parecía tener ocasión de sufrir. La Fe que tenía en el SEÑOR ejercía un poder tan grande, no solo para sostener su alma en la prueba, sino para llenarla de alegría. "El gozo del SEÑOR es mi fortaleza" Neh.8:10. Las fuentes de su alegría fueron sin duda las garantías del favor divino y las esperanzas de la gloria eterna. Y lo mismo es cierto para el creyente. Hay una paz interna y un gozo que el mundo no puede ver o apreciar, pero que es mucho más que una compensación por todas las pruebas que el cristiano soporta. -Albert Barnes


"El insensible desprecia derramar una lágrima, al cristiano no se le prohíbe llorar con un dolor indecible, cuando la tijera del esquilador pasa por la carne temblorosa, o cuando el corazón está a punto de quebrantarse bajo el encuentro de las olas de la prueba. El que sufre puede buscar consuelo gritando con una gran voz. Pero hay algo mejor aún. Se dice que hay manantiales de agua dulce extendiéndose en medio de los mares salados; que las flores alpinas más bellas florecen en los pasos más salvajes y abruptos de las montañas; que los salmos más notables fueron el resultado de la agonía más profunda del alma. Podemos decir con gran fundamento, que en medio de las muchas pruebas, las almas que aman a Dios encuentran razones suficientes para saltar de gozo. Aunque un abismo llama a otro abismo, Salmo 42:7, no obstante, la voz del SEÑOR se oirá por la noche y nos confortará. Aún en las horas más difíciles de nuestra vida es posible bendecir al Dios y Padre de nuestro Señor Jescristo. ¡No has aprendido aún esta lección de no solamente escoger y perseverar en la voluntad de Dios, sino a regocijarte con un gozo indecible y rebosante de gloria! " - Anónimo


"Cuando el águila vuela de la rama para esquivar la fuerza de la tormenta, el viento solo tiende a llevarla más y más alto hacia el cielo. De la misma manera, las tormentas de la vida, a medida que el cristiano las enfrenta, lo empujan cada vez más alto, hasta que alcanza esa tranquila elevación por encima de la tormenta donde el amor y la paz divina del Sol de Justicia, Cristo, derraman su luz y calor sobre su alma." Anónimo


"Librarme de penar, Jesús me prometió y en Él, tranquilo reposar. Más dulce que la miel es para mí, ¡Oh Salvador! El esperar en Tí. Sin miedo ni dolor, Con Cristo gozaré, y en Él satisfaré, mi viva sed de amor. Mi débil corazón feliz palpitará. Eterna bendición. Que Dios me guarde aquí y allá...." - Anónimo