OCTUBRE  28

13.10.2021

Será como la luz de la mañana, como el resplandor del sol en una mañana sin nubes. Como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra. 2 Samuel 23: 4.

Los tratos de Dios con el hombre se comparan con la luz de la mañana y el brote de la hierba bajo el sol que sigue a la lluvia. Uno puede referirse a la juventud y el otro a la vejez. En cada uno hay luz del sol: En el primer caso es antes de que se acumulen las nubes; en el otro después de que se hayan dispersado.

Hay muchas clases de nubes: Los cirros, que son las nubes altas y blancas como platines en el cielo; los cúmulos, aparecen junto a los cirros en montones sobre las cumbres de montañas distantes; los estratos o barras largas suelen producir un halo en el cielo alrededor del Sol o de la Luna y anuncian la llegada de mal tiempo; el nimbo, de color gris oscuro con diversos grados de opacidad, son nubes típicas de lluvia de primavera y verano y de nieve durante el invierno. Existe una contraparte para cada uno en la vida humana, sin la cual nos perderíamos muchas de esas experiencias de luces y sombras que tan frecuentemente revelan la naturaleza de la luz. Deberíamos conocer el consuelo de Dios y Su ayuda muy presente, si no fuera por las nubes que nacen en las tierras pantanosas y angustiosas. ¿Quién no prefiere la belleza cambiante de una primavera inglesa y el azul despejado de los cielos italianos?

"Será como la luz de la mañana": El amor de Dios se apodera de los corazones como el amanecer. Él es la Roca; pero su advenimiento se rompe suavemente como la luz. Entonces el amor de Dios llegó a Tu corazón, y abrió sus pétalos como una flor; solo sabemos que el la Estrella resplandeciente de la mañana, Cristo, regeneró nuestro corazón, que una vez anduvimos en tinieblas y ahora somos luz en el SEÑOR.

"Como el resplandor del sol después de la lluvia": Todos vivimos algo de nubes y lluvia. Si no lo hiciéramos, nuestras vidas serían áridas como un desierto. La lluvia es necesaria para fructificar las semillas que yacen enterradas en el suelo, pero también se necesita un brillo claro. Los tiempos de gozo son necesarios tanto como los de tristeza. La tierna hierba es hija de la lluvia y el sol. ¡Si tuviste lágrimas, tendrás sonrisas! ¡Si tuviste nubes y lluvia, tendrás un claro resplandor!.

En la mitad del día de la vida de David y, mirando hacia atrás, vio lo bueno que el SEÑOR había sido con él. Paso a paso Dios lo había sacado del pozo de la desesperación y del lodo cenagoso, colocándolo sobre una roca y afirmó sus pasos. Entonces, ¿qué necesidad había de que los hombres interfirieran para acelerar el desarrollo de los propósitos divinos? Había sido su costumbre de toda la vida esperar. Todo lo que necesitaba, lo buscaba en Dios para que le proveyera. En cualquier dificultad que bloqueara su camino, miró a Dios para que la eliminara. Y cualquier enemigo que se interpusiera en su camino, miró a Dios para que se ocupara de ellos. Dos veces en el desierto se negó a quitarle la vida a Saúl quien lo perseguía para matarlo.

Que Dios te redima de todas tus adversidades. No desmayes ni te desanimes. No extiendas tu mano para arrebatar cualquier posición o liberación mediante un acto que luego pueda causarte vergüenza o tristeza. Confía en el Señor, y practica el bien;Pon tu camino en las manos del Señor; confía en él, y él se encargará de todo; 6 hará brillar tu justicia como la luz, y tu derecho como el sol de mediodía.Guarda silencio ante el Señor, y espera en él; Salmo 37:3-7

El SEÑOR Todopoderoso que convierte los glaciares en ríos que pasan, eliminará todas tus dificultades y perplejidades. Él te promoverá a su debido tiempo, y te hará justicia sobre tus enemigos. Él que redimió tu alma con Su sangre preciosa no puede fallarte, por mucho que se demore. Recuerda que Él te ama, vive y reina para siempre. -F.B Meyer

"Mi cuerpo, vida y alma, mis lágrimas, mi duelo, son del Autor del cielo, del mar y de la luz. Son suyos mis cuidados, y son en cambio mías las dulces alegrías de mi SEÑOR Jesús.En los amantes brazos del Dios que me perdona, mi alma se abandona con fé, esperanza, y amor....Anónimo