NOVIEMBRE 28

06.03.2023

"Como el manzano entre los árboles silvestres, Así es mi amado entre los hombres." Cantares 2:3

Como el manzano sobresale entre los otros árboles del bosque, así también Jesucristo, El Esposo, entre los demás. En el mundo hay muchas cosas que pueden brindar placer temporal, muchas comodidades terrenales, muchas creencias, pero ninguna nos brinda el pleno consuelo que él alma sedienta requiere; ninguno que pueda dar al corazón el alimento espiritual que el alma que desfallece anhela; El SEÑOR Jesús es el único que da fruto entre los árboles silvestres. Por eso, Él sobresale porque tiene un fruto que supera todo lo demás, no sólo en sabor, sino también en fragancia, que satisface todos los sentidos del alma.

Recuerda cuando llegaste por primera vez a ese árbol precioso en el que murió el Salvador, y descubriste que tu pecado fue borrado, tu culpa quitada y aceptado en el Amado y, en adelante, fuiste hecho heredero del cielo. ¡Oh, la exquisitez de la fruta que recogiste entonces! Oh, la deliciosa tranquilidad de la sombra bajo la que te sentaste; El gozo y la alegría ilimitados son ahora su porción. ¡Bendito sea su glorioso Nombre! Habías buscado entre los otros árboles, pero no encontraste fruto allí: trataste de descansar a la sombra de otras ramas, pero nunca descansaste hasta que en ese árbol de la Cruz manchado de sangre viste tu pecado expulsado y tu salvación asegurada, luego descansaste y quedaste satisfecho.

No es fácil encontrar un manzano en un gran bosque silvestre. Entonces ¿Cómo encontrar a Jesús? El Salvador se encuentra en un pesebre en Belén, en una carpintería en Nazaret; entre los pobres, enfermos, endemoniados, entre los pecadores; ladrones, prostitutas y necesitados. No entre ustedes, cedros, no entre ustedes, imponentes robles, es decir, no entre los falsos maestros y profetas famosos, ni entre los soberbios, ni en las falsas doctrinas, que son como los árboles silvestres, estériles e incapaces de dar fruto para alimento del hombre, aunque aparenten ser hermosos, frondosos y al "parecer" presten su servicio orando, sirviendo, enseñando, sin embargo, solamente Cristo, la Sabiduría de Dios, es el Árbol de la vida, el único Pan vivo que baja del cielo y da la vida al mundo, y es encontrado en Su Evangelio, en Su Palabra.

La esposa, el cristiano, busca a Jesús el único que da sombra reconfortante y frutos exquisitos a su alma. Por eso bajo Su protección y Su Palabra, huye de Todas las demás doctrinas, porque sus ovejas "a un desconocido jamás lo siguen; más bien, huyen de Él porque no reconocen voces extrañas", Juan 10:5. Se abraza exclusivamente al único Verbo de Dios, a Jesús, cuyo dulce fruto conserva en la boca, a saber, "meditando de día y de noche en la Palabra de Dios". Salmo 1:2 Entonces, cuando empieza a disfrutar de la dulzura, provisión y ayuda que le brinda "El Árbol de la vida", "queda muy satisfecha, como el que disfruta de un banquete delicioso," Salmo 63:5. Y exclama: "SEÑOR, bajo tu dulce refugio quiero descansar para siempre...."