MAYO 28

"Cristo, nuestra vida". Colosenses 3:4.
Cristo es Vida. La misma voz que sacó a Lázaro de la tumba nos levantó en novedad de vida. Él es ahora la esencia de nuestra vida espiritual. Por su vida vivimos nosotros. Él es en nosotros la esperanza de gloria, el móvil de nuestros actos, el pensamiento central que estimula todo otro pensamiento. Cristo es la fuente de nuestra vida. El mismo dijo: Yo soy... la Vida. Juan 14:6. Yo soy el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre. Apc. 1:18 Por eso invita con insistencia para que todo el que tenga sed de vida se acerque a él, como a la Fuente de la Vida: "Si alguien tiene sed, venga a mí y beba alguien cree en mí, brotará en él una fuente de agua viva." Jn 7:38 Que el hombre sediento se acerque, y quien lo desee reciba gratuitamente del agua de la Vida. Ap 22,17; 21,6. Para eso vino al mundo: "Yo vine para que tengan Vida, y la tengan en abundancia." Juan 10:10
¿En qué consiste la vida que Cristo da? Es una victoria contra el pecado. Es volver a nacer. Es dejar el pecado que es la muerte del mundo. Rom.6:23 Es salir del sepulcro del egoísmo, de las idolatrías, de la avaricia, de los desórdenes sexuales, de toda opresión y esclavitud del pecado. "Sabemos esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido,, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado." Rom.6:6-7
Jesús es la Vida que vence toda clase de pecado. "Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo." Efesios 2:4-5. ¿De qué puede alimentarse el cristiano sino de la carne y de la sangre de Jesús? "Este es el pan que descendió del cielo, para que el que de él comiere no muera". ¡Oh cansados creyentes de este desierto de pecado, nunca reciban bocado alguno para satisfacer el hambre de sus espíritus, salvo el que se halla en Jesús! Cristo es el consuelo de nuestra vida. Todos los verdaderos goces vienen de Él; y en tiempos de prueba, su presencia es nuestra consolación. Sólo por él vale la pena vivir, y su amor es mejor que la vida.
La Vida que da Cristo no es sólo perdón de los pecados y victoria sobre los males del mundo. Es algo totalmente bendito. Es una luz y una fuerza sobrenatural (Jn 8:12; 12:46), que hace posible esta "Vida Nueva" (Rom 6.4), que comienza ya en la tierra y llega a su perfección después de la muerte. Jesús comunica su propia manera de ser. Nos hace semejantes a Él en su fe, su entrega y su generosidad. La Vida que viene de Él vence a la muerte y permanece para siempre. Cristo Jesús, nuestro Salvador, destruyó la muerte e hizo resplandecer ya la Vida y la Inmortalidad por medio del Evangelio. (2 Tim 1:10) Gracias a Cristo, ya es posible comenzar a "vivir para Dios" Rom 6:11, participar de la Vida de Dios, a través del conocimiento de Cristo y del amor mutuo. Dijo Jesús: La Vida Eterna es conocerte a ti, único Dios verdadero, y al que enviaste, Jesús el Cristo...Y así, el Amor con que me amaste permanecerá en ellos, y yo también seré de ellos. Juan 17:3 y 26
Cristo, nuestra vida es: Ser de Cristo (2 Cor 10:7), pertenecer a Cristo (Gál 3:29). Vivir para Cristo. (Fil.1:21). Dejar que Cristo viva en nosotros (Gál 2:20). Viviendo en estrecha comunión con ÉL, nos asemejamos a ÉL. Tenerlo como nuestro divino modelo, andar en sus pasos hasta que, en la gloria, llegue a ser nuestra corona. Formar con todos los creyentes del mundo "un solo cuerpo en Cristo" (Rom 12,5; Gál 3:28). Tener "el pensamiento de Cristo" (2 Cor 2:16). Ser un solo espíritu con Él. (1Cor.6:17) Ser "una criatura nueva en Cristo" (2 Cor 5:17). "Revestirse de Cristo" (Gál 3,27). Dejar "que Cristo se forme en nosotros" (Gál 4:19). "Que Cristo habite en nuestros corazones por la fe" (Ef 3,17). Seguir "el camino del amor, a ejemplo de Cristo" (Ef. 5:2). Ver a "Cristo en todo y en todos" (Col 3:11). Ésta es la Vida que Él nos trajo; el tesoro escondido, por el que vale la pena perderlo todo con tal de obtener a Cristo. (Fil.3:8) ¡Oh cuán feliz,honrado y seguro se siente el cristiano cuya vida es Cristo!